martes, 21 de mayo de 2013

De camino al trabajo...cinco minutos de alta filosofía en la calle.

Esta tarde, a eso de las cinco menos diez, de camino al trabajo, veo que desde la otra acera me saluda un viejo conocido. Es un señor jubilado que conozco desde la época en la que era camarero. Le saludo pero él no se conforma y me llama desde la silla de la terraza donde está tomándose una caña...¡Eh cruza hombre!. Acudo a su llamada y me dice
"Tengo que darte una botella de vino de la de este año..hace tiempo que no te doy una"...No se preocupe , respondo... "No, no, no me preocupo...es para ver si nos ha salido el vino mejor o peor que otras veces"...Bueno, si es por eso, yo encantado.... hace una pausa... "Que tal os va"...pues como a todo el mundo aguantando..." Pero, lo importante es llevarlo bien, saber llevarlo...".. A lo que yo respondo "Ya se lo que me dice... yo siempre digo que si me tocara la lotería, acabaría haciendo más o menos la vida que llevo ahora, la que he hecho siempre... no podría leer más, ni cantar ni tocar más la guitarra, ni tomar más café... que es lo que me gusta..tengo gustos sencillos". Él me mira... hace una pausa y me dice..." Es que la vida, es así, ....en realidad no cambia mucho.. es siempre más o menos parecida...".  Me coge del brazo en señal de camaradería y de apoyo y yo le imito. Nos despedimos con un ¡Hasta luego...a ver ese vino! y llego a puntual  al trabajo.
  Durante la tarde, me quedo pensando en toda la sencillez y profundidad de las palabras de ese hombre, mayor que yo, que me está diciendo, desde su experiencia, que el miedo no sirve para nada, que todo al final sigue y sigue... parecido.
   Miro hacia atrás en mi vida, veo todas las cosas que me han pasado  y compruebo que...tiene razón.

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