sábado, 30 de diciembre de 2017

Autosuficiencia

Tirar del hilo, de una impresión apuntada en mitad de la calle en un cartón

Tirar de una intuición que me sirva de excusa para empezar a escribir, para escribirme, para así verme reflejado en el espejo que es el papel, para ya no estar más sólo, creando con mi escritura mi propia compañía.

Crear una intimidad diferente, construida por mi mismo y sólo para mi mismo.

Hay que aprovechar lo que se tiene y ser capaz de transformar la soledad en sueño, el aislamiento en descanso de los demás y de uno mismo y ese descanso en paz y en libertad. .

jueves, 28 de diciembre de 2017

Buenas personas

A menudo me cruzo con personas que por su educación o por su ideología piensan de forma diferente a mi sobre tal o cual cosa, están en su derecho, es la diversidad, y además eso, en realidad no es lo importante.

Lo importante no es pensar de otra forma, lo lesivo es ser inflexible y mantener los problemas en el plano del pensamiento, de lo abstracto, de la razón, porque el pensamiento no es algo verdadero. y esto les impide ver la realidad de fuera de sus cabezas: a las personas que están delante y que son de carne y hueso.

A menudo les disculpo "son buenas personas", me digo a mi mismo, aunque a veces pienso que para ser de verdad buena persona, no sólo en el plano del pensamiento, sino en la realidad, que es donde corresponde serlo, hay que ser capaz de pensar por uno mismo en el otro, y por tanto de actuar por uno mismo, correctamente, hacia el otro

Ilustraré todo esto con una anécdota infantil:

Un día mi padre fue a buscar el chocolate y no lo encontró porque yo me lo había acabado, "Pero hombre, hay que dejar siempre algo para los demás" me dijo, "No me he dado cuenta" contesté, a lo que él replicó "Pues hay que darse cuenta".

Sobre todo hay que darse cuenta de una sola cosa: Uno no está solo en el mundo,  hay más gente en él.

miércoles, 27 de diciembre de 2017

Humildes

Los humildes no llegan nunca lejos en un mundo que premia la osadía, que es descendiente directa de la ignorancia.

La humildes no triunfan en este mundo, pero sin humildad no es posible aprender nada, así que, aquí estamos en manos de osados ignorantes incapaces de aprender nada debido a su soberbia.

Así ha sido siempre y así será. No es posible cambiarlo pues cada vez,los osados ignorantes, acaparan más poder. Sólo se puede ser consciente del problema y cargar con las consecuencias de este "darse cuenta" de las cosas.

Menudo premios nos da el entendimiento. Vive Dios (Si es que existe),

martes, 26 de diciembre de 2017

Selección humana.

El que mejor se adapta al entorno sobrevive, logra reproducirse y transmitir sus genes (Darwin Dixit). 

Viendo cómo es el entorno, la degradación del mismo por el ser humano, y el entorno del propio ser humano: la sociedad en la que este vive, tan absurda y superficial, se entiende que el mundo está entrando en un círculo vicioso, en el que el tipo de seres que se reproducen son los más aptos, aunque sólo para este tipo de entorno. 

La novedad es que ya no son las leyes de la naturaleza las que rigen este proceso, sino las del ser humano, que al ser capaz de manipular el entorno se ha hecho con el control de la situación. Me refiero, está claro, sólo a los pocos seres humanos que han llegado a la cima de la cadena trófica. 

Y así es como poco a poco se van quedando en el camino la inteligencia, la humanidad, la naturaleza y en definitiva, toda la belleza del mundo.

lunes, 25 de diciembre de 2017

No construir más

Durante años una de las estrategias que utilicé para sobrevivir fue la creación, no tanto la creación artística (que es un placer en si misma), como el trazado de planes que impulsaran la vida cotidiana hacia delante.

Hoy, con cuarenta y cuatro años tengo ya la satisfacción , para bien o para mal, de considerarme un ser terminado, acabado,  en el mejor de los sentidos. Así que ese afán de construcción de cara al futuro, huelga, por estar ya fuera de tiempo.

Me veo así libre de tener que construir una relación de pareja duradera, una familia, una carrera académica, artística o musical.

Tras mi enfermedad he tenido el placer de recuperar mi oficio de camarero y de sentir, gracias a él, que soy capaz y libre de ejercerlo en cualquier lugar del mundo.

 La vida, tal como ha sido, y de ella no cambiaría ni una coma, me ha llevado hasta aquí  como a otros les lleva a otros lugares y ahora queda el mayor y más placentero de los quehaceres de la vida: Estar, sin más. en ella.

Mirando

Apenas alzas la mirada en la calle, por encima de los coches aparcados y de los rótulos de los comercios, aparece todo aquello que pretende estar escondido ante nuestros propios ojos.

Antenas parabólicas, rejas , geranios, perros y gatos encerrados en las balcones. Tipos fumando en las ventanas  mirando el escote de las chicas, como si fueran ellos los que dentro de un rato fueran a desnudarlas.

Las construcciones, todas amontonadas en cualquier calle de cualquier ciudad, sosteniéndose unas en otras como harían los borrachos a primera hora de la mañana.

Kilómetros y kilómetros de cables eléctricos  recorren los edificios, primero rodeándolos a la altura de sus tobillos, para luego ir ascendiendo hasta las azoteas. lanzándose después a la captura de otros edificios, saltando por encima de aceras y calzadas, atrapando a sus presas como lo haría un nido de víboras recién salido de sus huevos, expandiéndose en todas direcciones en busca de alimento.

Así, mires donde mires aparecen capas y capas de piel de un mismo animal que se mueve, se reproduce y consigue sobrevivir  comiéndose a sus propios hijos como el mismo Dios del Tiempo

domingo, 24 de diciembre de 2017

Por sus voces los conoceréis

Incluso los científicos saben que las conclusiones son ilusorias

Aun así hay quienes tienen muy claras sus propias ideas ( Aunque casi nunca sus propias ideas sean, en realidad, suyas)

Una conclusión contundente, emitida por una voz clara y fuerte es un síntoma inequívoco de una debilidad interior.

Para dar impresión de seguridad, estos tipos, que lo saben todo, se anclan sobre el suelo con las piernas abiertas, ponen las manos sobre las caderas y se impulsan balanceándose de atrás hacia delante con el cuerpo, para soltar sus gritos, como quien escupe contra el viento 

Pero, para para no caerse y mantener el equilibrio. no hay que estar plantado y quieto,  hay que estar como encima de una bicicleta, siempre en movimiento.

viernes, 22 de diciembre de 2017

Poesía

De nada sirve tener la mirada cayendo en otros lugares más extensos, más profundos, más elevados.

El vuelo es corto, la caída  segura.

Las calles tironean de mi camisa y de mi memoria, recupero entonces mi desesperanza y mi lirismo

La poesía no es más que tristeza: La antesala de la enfermedad, de la agonía y de la muerte.




jueves, 21 de diciembre de 2017

La gente se cansa

La gente se cansa de bucear en tus abismos, de seguir pasos ajenos,de ser condescendiente y amable, y siguen su propio camino, como corresponde.

Da igual lo que te dijeran tus amigos en la adolescencia o en la juventud, o tus amantes durante años entre las sábanas.

No se considera esperar a los heridos, ni mucho menos remolcárles, o hacerles un hueco en el transporte. No hay coche escoba que valga.

La vida sigue avanzando siempre y la gente camina rápido, intentando que no le atrape el tiempo, y mucho menos su propio pasado, ni su memoria.

domingo, 10 de diciembre de 2017

Playa


Camino ya por la tarde por el paseo marítimo y veo asombrado gente en la playa, sentada en sus hamacas, dándole la espalda al mar, entonces me pregunto, si no quieren ver el mar  ¿A qué coño han venido?   Observo más atentamente y me doy cuenta de que no es que estén locos, es que prefieren calcinarse tomado el sol y van moviendo sus asientos hacia él, como si fueran girasoles.

Imagino que estas personas son presas de un frío interior indescriptible, que necesitan ese calor solar para mantenerse vivas en su interior, allí abajo, fuera del alcance del mundo, como si fuesen, ballenas o  mantas rayas en mitad del océano y mirasen hacia la luz, buscando consuelo, a través de una atmósfera densa y acuática.

viernes, 8 de diciembre de 2017

"Que salga preparada"

Estoy leyendo en un bar, y  pesco al vuelo, no por gusto,  una conversación entre unas señoras sobre las notas de sus nietas adolescentes, una de las cuales está presente, y juguetea con su teléfono móvil.

Tras las consabidos comentarios acerca del sistema educativo una de ellas dice: "Mientras salga bien preparada..." ¿Preparada para qué? pienso yo ¿Para la vida?  ¿Para el dinero? ¿Para la vida laboral? ¿Para la vida emocional?

Seguramente nadie se habrá preocupado de inculcarle a la chica el placer por la lectura. Este sí que es un recurso útil, con el que uno puede defenderse y puede  aliviar, gratuitamente, todos los pesares de la vida, esos para los que nada ni nadie puede prepararte.

Me dan ganas de levantarme y de regalarle a la nieta uno de los libros que siempre llevo conmigo, pero me contengo para no parecer un loco, mientras me digo a mi mismo que además sería inútil, porque que para ella, me temo,  ya es demasiado tarde.


jueves, 7 de diciembre de 2017

La picaraza

 Son las cuatro de la tarde y me dirijo a  a abrir el bar del parque donde trabajo. La pequeña construcción tiene dos plantas y en la escalera que lleva a la terraza superior, encuentro una picaraza atrapada, que pugna por salir a cielo abierto golpeando su cuerpo contra  frío y duro cristal  de la puerta.

Como con su histérico aleteo no me deja acercarme al pomo de la puerta para abrirla y permitir su huida,  la voy empujando como puedo hacia la planta de abajo, donde ya he dejado abiertas las dos grades puertas de entrada al público, pero ella, en vez de seguir la corriente da aire fresco, se dirige hacia el gran ventanal del comedor, donde vuelve a chocar contra el vidrio, tras el que se ven los chopos y las ramas de los sauces cayendo en el río, y por el que entra la luz gris y aterciopelada de la tarde nublada.

Aprovechando que la picaraza está abajo, subo corriendo a la puerta de la terraza de arriba y la abro, después bajo a por ella y armado con un trapo de cocina la azuzo hasta que logro que encuentre de nuevo el hueco de la escalera y la salida del edificio, entonces la oigo chirriar, libre, contra las nubes en mitad del viento.

Cuando todo esto acaba, y mientras sigo con la apertura del establecimiento, me da por pensar que las personas somos como esa picaraza, empeñados en herirnos furiosamente contra los contra los cristales de la vida en vez de buscaros una salida.