La primera vez que vi a mi tío Pedro yo
tenía catorce años y él estaba sentado a una mesa de nuestro restaurante. Creo
que tenía un compromiso y mis padres le estaban echando una mano. Además, mis padres que ya sabían que yo quería ser músico, querían que lo conociera porque él había formado parte del grupo Chicotén, que
se dedicaba a recuperar temas de música tradicional aragonesa. Lo de este grupo
es un caso muy curioso en toda la historia de la música