viernes, 22 de noviembre de 2019

La anciana

- Bueno días  ¿Qué café le  pongo?
- Un cortado, contesta una señora muy mayor
- Muy bien, le digo, y cuando acabo de darme la vuelta para preparar el cortado, oigo a mis espaldas una voz que me dice:
- ¿Y este mini de qué es?
- Pues señora, no se lo  puedo decir porque estoy de espaldas y no le veo ni a usted ni al bocadillo
- Uy qué tonta, es verdad, es el segundo empezando por la derecha, parece un bacon y queso, afirma ella
Como sé que ya no quedan bocadillos de bacon y queso, que además vienen en un pan delgado, llamado "flautín",  y que se distinguen perfectamente de los otros que vienen en un pan gordico, llamado "rombo", comienzo a sospechar que la señora no anda muy bien de la vista, y que si antes me ha preguntado que qué bocadillo era ese, es porque la pobre tampoco nos veía  ni al bocadillo, ni a mi, ni a mis espaldas, así que le sigo el juego,  y sin volverme para averiguar qué bocadillo es el segundo empezando por la derecha le contesto:
- Ese debe ser el vegetal, que está muy bueno
- Pues ese, ese, me dice ella resolviendo su problema.
Le pongo su cortado y su vegetal y se va a una mesa de las grandes tan contenta
Antes de irse,  para pagar, vacía el monedero en la palma de su mano pequeña, la extiende y me dice:
- Cóbrese joven
 Le cojo una moneda de dos euros que es lo que vale su consumición y le digo:
- Ya está señora
- Muy bien majo, qué a gusto he estado, nos veremos pronto.
Estoy a punto de decirle "No sé yo" a la pobre pero me contengo y en vez de eso le contesto
- Hasta la próxima si no es antes señora
- Eso, eso, jajaja
Ella se ríe y se marcha dando pasitos muy cortos, como si tuviera miedo de darlos más largos. Al legar a la puerta la tantea, un señor de traje se da cuenta, se la abre y ella desaparece.
Queridos amigos , a veces, aparecen de la nada seres benéficos que se orientan por la voz de los demás, que consiguen las cosas sin tener que pedirlas , que andan por el mundo con buena cara a pesar de lo que llevan encima.
Casi siempre son ancianos y no hay que perdérselos cuando por fin aparecen con su magia.
Un abrazo y salud.


viernes, 15 de noviembre de 2019

Soledad, comunicación, gato.

Hace no tanto tiempo, incluso cuando ya existían el telégrafo, la radio y el teléfono, cuando uno se cambiaba de dirección y no dejaba sus señas a alguien de confianza, podía perder el contacto para siempre con personas que le importaban. Uno podía perderse y no volver a encontrarse jamás con un familiar o con su pareja.
Para estos casos tenían los antiguos La Luna. Hay un poema chino en el que un amante le decía a su amada que estaba en la guerra, en el otro lado del país, y que no sabía si volvería a verla, pero que miraba la Luna porque sabía que en ese preciso momento ella estaba haciendo lo mismo, y así tenía la sensación, de que a través de La Luna, ambos estaban juntos.
En nuestros tiempos modernos La Luna fue sustituida por la televisión, viéndola, de algún modo, sabías que no estabas sólo. Hubo quien llegó a decir que en los tiempos modernos, para estar realmente sólo, había que apagar la tele y poner un D.V.D,
Por fin, gracias a Facebook y a otras redes sociales, esta comunicación, que se ejercía en una sola dirección, ahora puede realizarse es las dos, pero aun así  seguimos estando solos.
La soledad, entonces no tiene que ver con las formas de comunicación, sino con la hondura con la que somos capaces de comunicarnos de forma íntima, recíprocamente, con otro interlocutor.
Sobre la calidad de este interlocutor habría mucho que decir, ni siquiera tiene que ser humano, las más de las veces, el poderío y la profundidad de un solo gato, suelen bastar.

martes, 12 de noviembre de 2019

Historias de camareros 105 "El cocido completo" (Sin segundas)

Queridos amigos, mañana tenemos "Cocido completo" y ya estoy viéndolos venir, sé que va a ser inevitable y que más de uno y más de una me va a decir:
- ¿Y no puede ser medio cocido completo? A lo que yo tendré que contestar:
- Señora, como su propio nombre indica el "cocido completo" es "completo" e indivisible
- ¿Y ni siquiera un poquito?,dirá la señora, a lo que yo replicaré
- ¿Me quiere explicar cómo se corta un medio cocido completo por la mitad, y en el caso de que esto sea posible, qué hacer con el otro medio cocido completo?
A partir de allí la conversación tomará caminos inimaginables incluso para los adictos al L.S.D. Así que estoy pre-aterrorizado, y pensando en qué protección real o imaginaria puedo procurarme.
Pienso que esta vez, por no aprovecharme mucho de San pascual Bailón, al que ya molesté en en mi anterior aventura, voy a encomendarme a San Babil de Antioquía, patrón de Cascante, cuyo brazo, que está a la sazón dentro de un relicario en forma de brazo, está, nadie sabe muy bien por qué, en el Museo de Filadelfia.
Ay que ver qué Santo tan viajero, este San Babil de Antioquía, o al menos en parte: desde Antioquía ha llegado el mozo hasta el nuevo mundo, como ya sabéis, a Filladelfia.
Y yo pienso ¿No podría San Babil teletransportarme a Filadelfia junto a su reliquia? Según divago sobre este admirable Santo noto unos lagrimones gordos como canicas de las gordas que me ruedan por ambas mejillas y llegan a mi boca donde al encontrarse con mi lengua la llenan de un sabor metálico y ácido y me pregunto ¿Estaré llorando lágrimas de sangre? ¿Me estaré llenando de estigmas y convirtiéndome en Santo? y si es así ¿Porqué Diosito no me lleva ya a su diestra a no más tardar y sobre todo antes de mañana que es el día del cocido completo? Otros Santos ascendieron con algo de enchufe familiar como Santa Ana y San Joaquín, padres de Nuestra Señora la Virgen María Santísima, y Santa Isabel, que era la madre de santa Ana la madre de la Virgen, y otros Santos padecieron martirios mucho mas duros que el mío con los monguers, pero sus martirios duraron menos rato, esa es la verdad.
En fin , mañana os cuento. Que durmáis bien y no tengáis pesadillas, en mi caso, no sé yo qué no soñaré.
Un abrazo y salud.

lunes, 4 de noviembre de 2019

Yo monger

Está claro que en cuanto uno sale de la barra y se convierte en cliente puede llegar a ser monguer en décimas de segundo. Esto mismo me pasó a mi el hace poco en el Decathlon, almacén donde fui el otro día a comprar unas camisetas para el invierno. Elegí las camisetas en un momento, siempre sin quitarme los cascos donde sonaba en bucle "Han caído los dos" de Radio Futura, y después, ya que estaba allí, decidí probarme unas zapatillas. Cuando retiré unas del número 43 del expositor, me di cuenta de que ambos zapatos, el izquierdo y el derecho, estaban atados el uno al otro con una pequeña brida de plástico. Menuda mongolada, pensé, ¿Cómo va uno a probarse unos zapatos que están encadenados el uno al otro? ¿Dando saltitos? así que me dije "espera que aquí la lío yo pero bien liada" y poniéndome la zapatilla derecha comencé a caminar como si su pareja no siguiera atada a ella. Correteé con decisión, e incluso con arrojo, mientras el chanclo izquierdo traqueteaba contra el suelo, contra dos columnas sucesivamente, y contra el banco con espejo que ponen en todos los pasillos para que puedas calzarte uno o dos zapatos atados uno al otro, según te parezca.
Debía estar montando una buena escandalera porque podía oír el estruendo que yo mismo estaba montando incluso con los Radio Futura puestos, y porque cuando me disponía a hacer el camino de vuelta, a mayor velocidad todavía, noté en mi espalda el toquecito de los dedos de una de las dependientas, que con la misma cara desencajada que se me queda a mi cuando tengo que lidiar con un monger de los buenos, me gritaba:
- Señor, señor, espere que le corto la brida con este cutter
Ante esta intervención me quité los cascos y contesté haciéndome el tonto:
- Ay qué bien
- Es que se pueden separar ¿Sabe?
- Pues la verdad es que no lo sabía, no me he atrevido a romper yo el plástico. Ya me perdonará, continué, ya sé que he hecho una cosa muy rara, pero es que más raro es tener los zapatos atados unos a otros
- Es verdad que es raro, pero es que la gente se llevaba los pares de diferentes números y era un follón
- Ya me imagino, pero claro, este es un problema del autoservicio, si no atiendes a la gente y la dejas que se auto sirva, para ahorrarte empelados, va y se auto sirve como Dios le da a entender. Por eso en casi todas las zapaterías del mundo, excepto en esta, tienen un zapato de cada par expuesto y el otro se le pide al dependiente
- Ya lo sé ya, dijo ella, pero es que estamos muy pocos empleados y esto está pensado, como usted mismo dice, como un autoservicio. Nosotros en realidad guiamos un poco pero es el cliente el que hace casi todo el trabajo, si tuviéramos que atender a toda la gente que viene nos volveríamos locos.
- Lo entiendo perfectamente y espero que la cámaras hayan grabado esta performance mía, a ver si los jefes toman nota y os ponen más compañeros, le dije devolviéndole las zapatillas.
- A ver, a ver si es verdad, dijo ella mientras se marchaba con una sonrisa llena de complicidad
Y todavía dudaba yo de mi cordura y de si la mongolada que había montado era digna de un mongol de ocho apellidos mongoles, y de si yo mismo no me había transformado en un monger cinco jotas, cuando al pasar por otro pasillo, el de las zapatillas más caras, vi que allí sólo estaba disponible el zapato izquierdo de cada par, y que en cada estantería había un cartel que rezaba: Pida el zapato derecho a su vendedor.
Y así, pensando que todavía no me había convertido en uno de ellos, al menos completamente, volví a a colocarme los auriculares y abandoné aliviado el centro comercial.

Pd: Queridos amigos, la industrialización del sector servicios casi ha concluido. Que San Judas Tadeo patrón de los imposibles nos asista, si es que existe y si es que puede.
Amén.