viernes, 27 de febrero de 2015

Mar

          Se camina siempre en paralelo al mar pero nunca hacia él. Esto solo lo hacen  los suicidas como Alfonsina Storni.
          Es la manera mas dramática de morir y hay que tener mucho empeño y mucha fuerza de voluntad para conseguirlo. Por eso el mar en cada ola te invita, te invita, te invita.

martes, 24 de febrero de 2015

Una de Gatos

Los gatos no tienen el don de la palabra pero tienen a  cambio su propio  mundo interior perfecto hecho de sueños .

Es allí donde en realidad habitan y de donde solo salen para llevar a cabo lo soñado.

Cuando por ejemplo uno de ellos mira de noche la carretera con las pupilas brillando y la cruza velozmente para acabar encaramado en lo alto de una cerca, eso el gato lo hace como todo lo demás ,porque antes ya lo ha soñado.

A mí  me gustaría ser soñado por un gato y que se despertara para verme y así noche tras noche habitar un poco en su mundo mágico y perfecto.

                               



domingo, 22 de febrero de 2015

Volver a ti


   Volver a ti es amargo como una infantil tarde de domingo. Mientras apuro los últimos momentos de libertad en un bar cercano  sueño que huyo a lomos de una jirafa a todo galope por la nacional dos.
   Acabo el café cierro mi pluma, mi cuaderno, cargo el pastillero de emergencia de mi bolsillo y  voy hacia a ti como si fuera un valiente al que no le importara volver a tu maldición bíblica, a tu hiriente realidad.



martes, 17 de febrero de 2015

El hurón de Sid Vicious



Hay imágenes que se  quedan grabadas en la mente a fuego, aunque solo las hayas sacado de la lectura de un libro. Últimamente me acuerdo mucho de Sid Vicious de niño, dejando a su madre con la jeringuilla colgando del brazo en el sofá para ir al colegio caminando solo, y es que hubo una época en la que madre e hijo todavía no se metían juntos.

 A veces cuando Sid salía de casa ponía su hurón en la bolsa de los libros y se lo llevaba a clase.

Imagino lo solo y desamparado que se sintió ese niño  y lo mucho que tuvo que aliviarle aquel  animal, absorbiendo en su interior parte de la angustia, de la soledad, de la tristeza y de toda la necesidad de afecto que le causaba la vida que tenía.

 Por supuesto no puedo sentir lo que sintió Sid, pero me alegro de ser capaz de ponerme en su lugar por unos momentos.

Yo siempre  he querido saber el nombre de ese hurón y que fue al final de él, porque de Sid ya sabemos muchas cosas, quizás sepamos demasiadas.
Como con el Unicornio de Silvio se agradecerá cualquier información.
                         








domingo, 15 de febrero de 2015

Tostadora

        

              El tostador me mira mal, como solo él sabe hacerlo, mientras le incrusto, como hago día tras día, una rebanada de pan en lo más profundo e íntimo de su ser.
No puede evitarlo, y tal es su ira, que su ritmo cardiaco se acelera, su temperatura aumenta y sus resistencias, ya incandescentes, se desperezan del frío de la noche con sus típicos quejidos tac, clanc, tlanc, tac, tac, tac, tac...
Al fin mi inhumano truco vuelve a funcionar, y por su boca, a modo de grito de impotencia y de rabia, expulsa la tostada crujiente, perfecta y entonces pienso :
Así es como la ira calienta la sangre del mundo para que se mueva de esta forma tan violenta.
La ira lo calienta todo y también mi tostada de desayunar. La miro y antes de morderla, sonrío.

martes, 10 de febrero de 2015

El dentista


                       De pequeño iba solo al dentista, a uno  que se llamaba “Sanguino Paz”. Cuando subía por las escaleras de su edificio pensaba que al menos de segundo apellido se llamaba “Paz”

                      De pequeño iba solo a muchos sitios reales o imaginarios pero de los reales este es el más impactante

                      En la sala de espera había una tele y más niños, ellos acompañados de adultos, algunos de los cuales hacían además mientras esperaban su turno, los deberes.

                       Resulta difícil imaginar un tormento peor para un niño que estar haciendo los deberes mientras  espera turno para que le saquen una muela y además sin poder ver la tele sintonizada en el canal de la programación infantil.

                       De fondo se oía el ruido del torno arremetiendo contra los dientes, el aspirador de saliva y los gritos y los lloros de las otras criaturas.

                       Me acuerdo de todo esto porque ahora mismo estoy sentado en una de esas cafeterías con degustación que han abierto en esa misma calle y desde aquí veo el portal y viéndolo  la pregunta que me viene a la cabeza es :

  ¿Como es posible que a nadie se le ocurriera nunca, pero nunca, nunca cerrar la puerta de la sala de espera?

domingo, 8 de febrero de 2015

Mi madre decía. Mi madre dice.

       

               Cuando toda la familia estaba reunida, abuelos, tíos, hermanos, nietos  etc.. mi madre a veces nos miraba a todos y decía “Hijos míos, estamos todos en una edad muy mala” y cada cuatro o cinco años repetía la operación

             Mi madre dice muchas veces “Cuando lleguemos a ese río tenderemos ese puente” en un alarde de lo que los psicólogos han dado en llamar mindfulness.

           Un día hablando con mi padre sobre mi madre, estaba yo quejándome  de ella, como hacemos todos los hijos algunas veces, de algo sin importancia que había hecho o que había dejado de hacer, cuando mi padre me dijo:

- Quique, tu madre tiene muchas buenas cualidades.   A lo que yo respondí.
- Si, si, también las tiene. Y los dos reímos.

    Aunque nunca conviene decirlo muy alto ni muchas veces, suelo hacer caso a mi madre mucho más a menudo de lo que ella cree.

    Últimamente mi madre dice “Ahora hay que tener mucha paciencia”.

    Yo lo repito como un mantra y procuro tenerla.
   

La óptica


             Entro en una óptica casi por casualidad pensando que me van a decir que tengo la vista cansada o algo así  y salgo con 1,75 dioptrías  de lejos, con 0,75 de cerca , con una dioptría  de astigmatismo y gafas de las que hay que llevar todo el rato.

             El astigmatismo es algo que se tiene de nacimiento. El ojo no es esférico y eso deforma la visión. 

             Bastante cabreado pienso  ¿Ninguno de los oculistas a los que he ido en mi vida se han tomado la molestia de mirarme bien?

             Bueno, dejemos el tema y el enfado y veamos, por fin, el lado positivo. Me pongo las gafas y las nubes tienen volumen, no digo más.

            Y dicho esto me pregunto:

 -¿Puede mejorar esto mi capacidad intelectual? (No es cierto que todos estemos contentos con la inteligencia que tenemos).

-  ¿Puede esto incluso empeorarla? (esto si que sería preocupante).

- Tengo una amiga que cuando íbamos juntos al cine me decía “Quique me voy a poner las gafas que oiré mejor”.  Y la chica  decía que era verdad que oía mejor con gafas. ¿Me pasará lo mismo a mi? ¿Oiré mejor con gafas?

  -¿Mejorará mi caligrafía? No olvidemos que el astigmatismo deforma la visión  y por tanto también las letras. Digamos además que mi mala letra es legendaria, que mis amigos me regalan regularmente los cuadernillos Rubio y que cuando me ven escribir me dicen con sorna “¿Qué Quique, otra vez escribiendo en Inglés ? 

   De hecho una vez tuve una profesora de Inglés que tras cada examen me decía “Artiach no le puedo suspender porque no se muy bien lo que ha escrito, en el recreo vaya a la sala de profesores” 

  Una vez allí comenzaba el juego, ella me preguntaba: ¿Qué ha puesto aquí, since o for? a lo que yo respondía ¿Usted que cree?

-¿Al ver más cosas, un 20% más, escribiré más?

- ¿Seré "más bueno", más humano?


   Y por último ¿Me estaré quedando también sordo?



lunes, 2 de febrero de 2015

Poniendo cafés

                     

            En mi trabajo de camarero preparo a primera hora de la mañana dos cafés con leche para dos curas que hablan de sus asuntos. Esta vez son asuntos mundanos.

            Vierto la leche batida sobre los cafés y al final aparecen en las superficies dos dibujos en forma de espiral.

            Pienso mientras tanto en cuando de niño cogía de una estantería alta un atlas universal para ver fotografías de nebulosas espaciales. Buscaba entre ellas la más colorida, brillante y hermosa y entonces decidía por mi mismo que aquella nebulosa era Dios y me sentía  por ello reconfortado y seguro.

           Sirvo los cafés y me alejo pensando que una vez de niño estuve cerca, muy cerca de Dios