jueves, 31 de mayo de 2018

A primera hora de la mañana

Me echo a la calle a primera hora de la mañana, sin desayunar, hoy toca pinchazo. Salgo del ambulatorio con mi algodón en el brazo y con mi café de máquina en la mano y aprovecho que ya estoy fuera de casa para dar mi paseo mañanero.

A estas horas el panorama cambia y se pueden ver niños de menos de diez años, de uniforme, con sus mochilas a cuestas, llevando una flor en la mano con gran unción.

Me pongo los auriculares, otra vez el gran Bach, y giro hacia el parque, donde una nube de mosquitos que ya ha salido a buscarse la vida, está suspendida a un par de metros del río Huerva. Me cruzo  con gente que se dirige a su trabajo, mientras otras personas aprovechan ese rato, arrancado a la mañana, para correr y jugar con sus perros. Más a la izquierda, un grupo de tres padres jóvenes llevan a sus tres crías a corderetas a la guardería.

Bajando una cuesta, queda al alcance de mi vista el cielo y pienso en Dios, allí,en su nube, rodeado de ángeles, de arcángeles, de santos, todos ellos seres sobrehumanos pero muy inferiores a Él.

Me imagino a Dios en su infinita soledad y me pregunto si no estará algo deprimido el Hombre, sobre todo pensando en todo lo que todavía le queda por aguantar de eternidad, en esa situación de aislamiento emocional e intelectual y la verdad es que me compadezco de Él. Hace ya tiempo que no le van bien las cosas, con todo ese fiasco de la creación y del ser humano, que tantos disgustos le sigue dando.

Quizá debería probar a caer, como el ángel de "El cielo sobre Berlín" y caminar como uno más, escuchando al gran Bach, para contemplar los mosquitos sobre el río, a los niños que van a la escuela absortos con su flor en la mano, para emocionarse escuchando las risas de los niños pequeños que son llevados a cuestas por sus padres, para poder disfrutar del calor de nuestra estrella y de la vida que pasa.


martes, 29 de mayo de 2018

Comunicación

Voy como siempre paseando con mis auriculares puestos, hoy toca Bach. Veo a unos conocidos, ellos también me ven a mí, pero no nos saludamos. Es lógico, hace mucho que perdimos el contacto. Pienso entonces en un artículo de  Paul Watzlawick que leí hace tiempo, en el que se hablaba de la "imposibilidad de no comunicar" y venía a decir que siempre estamos emitiendo una señal, y que incluso el acto de no decir, o de no saludar, es un mensaje en si mismo.

Continúo mi camino. Siguen sonando Las Seis Partitas del gran Bach en las manos del genial pianista Glenn Gould, que son para mi un bálsamo, un masaje cerebral en el que la sangre estimula todas mis neuronas, inundándolas  de belleza, como el agua inunda un campo de arroz.

Pienso entonces en cuanto me gustaría que personas cercanas a mí, pudieran disfrutar de esta pieza tanto como lo hago yo. Al momento vuelvo a la idea de Watzlawick y me parece que ha quedado incompleta porque, así como es cierto que no podemos dejar de comunicar nuestras emociones más básicas, resulta casi imposible transmitir conocimientos y emociones más profundas.

A pesar de que estas ideas simples, son casi imposibles de no ser comunicadas, existen profesionales especializados en habilidades sociales, que ayudan a quienes tiene problemas para expresarse correctamente, a hacerlo mejor,  para evitar conflictos no deseados.

Al parecer la psicología es la única ciencia que se ocupa de estudiar estas emociones complejas, pero siempre llega tarde, cuando los sentimientos reprimidos, no comprendidos, y por tanto incomunicados, han hecho enfermar la mente de la persona.

El arte hace, como buenamente puede, este papel de válvula de escape desde el principio de los tiempos. Las personas que tienen habilidades artísticas pueden volcar en ellas sus mensajes y utilizar las diferentes disciplinas artísticas como formas de comunicación, aunque esta comunicación es  indirecta, puesto que ni el propio artista sabe a veces de qué aspectos inconscientes se compone su obra, ni tampoco sabe quién recibirá su mensaje, ni cómo lo interpretará, así que esta comunicación artística es más un grito, que un mensaje de algo que se conoce y que se necesita comunicar con claridad. De hecho el arte es algo que debe ser interpretado para poder ser entendido.

Así es como en este vacío de técnicas de comprensión y de comunicación de ideas y sensaciones, se forja nuestro aislamiento.

Nos quedamos a medio hacer, a medio vivir, desperdiciando el sentimiento y conocimiento de los demás, que siempre es diferente al nuestro y del que podríamos obtener sabiduría y sobre todo la compañía que tan a menudo nos falta.

jueves, 17 de mayo de 2018

Ayuda humanitaria

La incomprensión tiene su primer responsable en un fallo de diseño del cerebro, que no puede ver ni sentir nada que no conozca, o que no haya padecido en sus propias carnes. Por eso son tan difíciles la educación  y la comunicación , hay que repetir todo muchas veces, poniendo ejemplos, es decir, asociando lo que queremos explicar, con otras cosas ya conocidas por nuestros interlocutores.

A esto se suma la sordera funcional, que sufren personas, que teniendo sus sentidos auditivos, o en su diversidad, sus sistemas de comunicación de signos operativos, oyen pero no escuchan.

¿Cómo podríamos ser sensibles al otro, entenderlo y acompañarlo? : Con mucho, mucho esfuerzo.

Por último hay que añadir a todo esto el auto engaño. Hay personas que comprenden la miseria humana,sobre todo la física, y recorren medio mundo para ayudar donde la falta de todo es más evidente. Esto es en si muy loable y desde luego este tipo de hazañas no sobran,  sino todo lo contrario, pero es diferente, ayudar allí donde en realidad no nos conocen, hacerlo por un tiempo limitado, y separados físicamente por un océano de nuestra buena acción, que ayudar al prójimo, y no me refiero con esto a ayudar a los españoles, hay aquí también inmigrantes que carecen de todo.

Está claro que ayudar en el propio entorno comporta un riesgo. Una vez que nos quitamos la careta y que todos pueden ver que somos humanos dispuestos y accesibles, podríamos ser objetivo de personas que simplemente, por necesidad, no pusieran límite a sus peticiones, pudiendo perder así, el control de nuestras propias vidas.

Pero tampoco me refiero con ayudar al prójimo a ayudar a estas personas, que lo merecen, pero que todavía están lejos de nosotros.

Digo todo esto porque unas tres mil quinientas personas se suicidan al año en España (casi diez al día)  y llegan a esto porque no reciben la ayuda del estado, ni de sus psiquiatras, ni de sus psicólogos, y a veces ni de sus familias ni de sus amigos, porque estos, bien no saben muy bien qué hacer o esperan que sean otros los que realicen esta incómoda tarea.

Vivimos e una sociedad que está ciega y sorda. Si ni siquiera es capaz de mantener con vida a los que viven en ella ¿cómo va a ser capaz de resolver cualquier otro problema?

Suelta un lastre muy valioso esta sociedad, y no le importa mucho,porque en realidad está muerta.

domingo, 6 de mayo de 2018

Sueltos 10 (148-152)

148
"Cuando uno cambia el mundo entero cambia" dijo el sabio. Yo creo que esto es posible e incluso podría ser cierto pero me pregunto ¿Es esto deseable?

149
Lo que se le escatima a un niño se le escatima también al adulto para el resto de sus días.

150
La descripción es sólo movimiento.

151
Amuletos: Reloj, cadena de plata, anillo, pluma, pensamientos y por fin palabras.

152
El pensamiento es lo opuesto del amor, lo sé porque no lo tengo, por eso vagabundeo pienso y escribo.


viernes, 4 de mayo de 2018

La lucha contra la inteligencia.

Hace ya algunos años leí con gusto un libro de Luciano De Crescenzo que se titula " Los mitos de los héroes" un volumen muy entretenido donde se narraban, con mucho sentido del humor, las historias de los héroes de la mitología griega. Creo recordar que empezaba con una frase que era algo parecida a esta "En la antigüedad una ciudad era atacada una vez cada diez años como término medio, en esas circunstancias ¿A quien preferiría usted  tener como amigo a Einstein o a Rambo?" A partir de esta premisa Luciano recorría las aventuras de Aquiles , de Eneas o de Jason con sus argonautas.

Me viene este libro a la memoria porque hace unos días, dada la profusión de superheroes que en estos últimos años circulan por las pantallas, gracias  a las películas de Marvell, comencé a preguntarme  cómo era posible que no hubiera ningún superhéroe con superinteligencia, supersensibilidad, o superhumanidad, ya que todos los que recordaba utilizaban sus poderes para acabar sacudiendo hostias a diestro y siniestro. Recordé a Poirot y a Sherlock Holmes ,aunque estos señores eran simples mortales, muy inteligentes, y ya maduros, al menos hasta las últimas películas de Holmes, protagonizadas por Robert Downey Junior que aportaba un repertorio de hostias y aporreos, comparable a cualquier hostiador delos de capa, o escudo.

Dejé en barbecho esta idea sin antes preguntarme  porqué ninguno de ellos o de ellas, tenía menor potencia aporreadora y un poco más de cerebro  ¿Sería porque es difícil crear un personaje que sea más listo que el propio escritor? ¿Lo comprendería el público? 
En  ello estaba, hasta hace un momento, cuando viendo la serie  "La Casa de Papel", me he dado cuenta de cuanto tiempo lleva denostada, la inteligencia frente a la brutalidad , en los cuentos que nos sirve el sistema en forma de películas,

 El malo es es siempre el listo, va por delante de los buenos , el listo es el atracador que pone contra las cuerdas  a la policía con un golpe que parece perfecto,. Annibal Lecter era consultado por la joven agente del F.B.I. en el Silencio de los corderos, e incluso este le daba daba pistas.que sólo una mente brillante aunque enferma, podía proporcionarle

En todas las series de psicópatas , los asesinos en serie tienen  un alto cociente intelectual , aunque una infancia desgraciada y hace falta , ya no un Poirot sino todo un equipo de especialistas que se las ve y se las desea para echarle el guante. 
Capítulo aparte son los hackers que siempre saben más que la policía de delitos informáticos.

En esta nuestra  mitología moderna, esta que se esta creando ahora, la inteligencia se vincula  a la astucia y por tanto al mal  A menudo los villanos son personas cultas que emplean sus conocimientos para llevara a cabo sus crímenes.e incluso dejan pistas a la policía ,con la que juegan una partida de ajedrez, en la que el villano,agotado e incluso a veces defraudado por a la poca capacidad de sus perseguidores, acaba entregándose a base de arriesgar un poco en el juego y dando ventajas para que los buenos, por fin, le atrapen y pueda expiar sus crímenes, dejar de matar, torturar o de violar o de lo que quiera que haga.
Este modelo es aterrador porque es la justicia la que lucha a manporrazo limpio contra la inteligencia de los criminales. Los superhéroes siguen apostando por la fuerza bruta y loa malvados por el pensamiento y el mensaje queda claro, el bien se asocia a la fuerza bruta, y el mal a la inteligencia y a lo que es peor, a la enfermedad mental. ¿Es esto posible? ¿No están estos valores patas arriba, absolutamente corrompidos? ¿No se justifica en todas estas películas e uso de la violencia y la maldad e iitilidad de la inteligencia?
Quizá deberíamos empezar por cambiar esto, por empezar por alguna parte, porque al parecer todavía no hemos superado el relato bíblico en el que el conocimiento es el mal.

jueves, 3 de mayo de 2018

Se mueve, luego existe

La existencia no está sólo en el pensamiento, está un poco más allá. en el movimiento.

El pensamiento no es más que un tipo de movimiento eléctrico que se produce en el cerebro.

Lo pensado también existe, al moverse en la imaginación.

No todo lo que existe piensa, pero todo lo que existe se mueve, en la superficie o en lo profundo del mundo atómico, subatómico o en el oscuro e inaprensible mundo de la física cuántica.


martes, 1 de mayo de 2018

Sueltos 9 (142-147)

142
De nuevo aquí estamos,armados con papel  y pluma frente al mundo. Qué pocos recursos tenemos y qué gran valentía.

143
No se puede ser artista sin estar, de alguna forma, verdaderamente enfermo.

144
Una imagen mental vale más que mil palabras.

145
Me verás en los cafés escondido entre mis libros y mis cuadernos donde te busco y te añoro. Me verás desde la calle y te dirás a ti misma "Lo ves, está perdido"

146
La negligencia es más dañina que la maldad pues es mucho más difícil de advertir e imposible de erradicar.

147
Me tumbo en tu lado de la cama para ver que veías cuando aún estabas y al hacerlo sólo veo mi propio hueco, mi propio vacío.