sábado, 29 de agosto de 2020

Los sueños,los sueños, los sueños.

Los sueños son un ejemplo de narrativa perfecta, personalizada, verdadera desde el punto de vista artístico, puesto que se crea con el material mas profundo y más auténtico del soñante. En ella se demuestra que hay al menos un creador y un espectador en nosotros que no se conocen entre ellos, pues el último se maravilla de la historia por novedosa y por desconocida. A veces el productor insiste en el tema, como haría cualquier otro artista y otras nos remueve por dentro, y todo lo hace con una técnica asombrosa que nos postra en un estado de atención total capaz de alejarnos, por unos momentos, de nuestro propio cuerpo y de sus sensaciones. Esto es algo, además, que nos ocurre a todos, todos tenemos este lenguaje universal dentro que no nos planteamos en utilizar para comunicarnos con otros seres humanos, o al menos no buscamos una forma efectiva de usarlo, aunque todos soñemos queramos o no, y aunque esto suceda, a veces, más de una vez al día.

miércoles, 19 de agosto de 2020

Belleza

Una bandada de pequeñas golondrinas realizan de nuevo su danza, batiéndose en círculo en el pedazo de atmósfera que se soporta entre la ribera y las aguas del río. Acariciadas por el Sol, aún sobre el aire húmedo, desentumecen  sus pequeños cuerpos y sus alas, mientras pequeñas gotas de agua suspendidas por el cierzo, refrescan sus párpados cerrados y sus picos abiertos. Con este baile millones de veces dibujado los pájaros se llenan de gozo y llenan de gozo al mundo.
Qué hermoso e todo lo que se repite una y otra vez sin razón, sin pensamiento, siendo su único sentido perpetuar la acción, el movimiento. Qué hermoso es entonces todo, todo lo que acontece.

sábado, 15 de agosto de 2020

Una de chinos


Los sabios chinos decían que era muy importante el dar un nombre adecuado a cada cosa, porque, si los nombres no estaban claros el pensamiento no podía progresar. Han pasado miles de años y nadie ha hecho caso a este pensamiento que es tan claro, por eso ahora no es que tengamos palabras que no se sabe muy bien a qué se refieren, tenemos frases enteras que se dan por verdaderas y se repiten y se transmiten como tales y que tras un leve análisis se derrumban. Aun así, aunque todo el mundo sepa que la excepción no puede jamás confirmar una regla, sino confirmar su invalidez, esa frase sigue rodando y haciendo el mundo más incomprensible.

Historias de camareros 102 "Halloween"

Siempre nos cuesta mucho a mi compañera Rosa Alarcón y a mí en Halloween distinguir a los clientes del bar que vienen disfrazaos y a los que no, y hay que tener mucho cuidado porque imagínate que le pones una caña a un señor y le dices en plan de broma "Aquí está su caña, Don Drácula", y resulta que no va disfrazao, o que va disfrazao pero no va de Drácula, no sé qué es peor.
En fin, esta noche siempre es un sinvivir, así que me figuro que antes de las diez ya estaremos diciendo eso de: "Señor, ten piedad; Cristo, ten piedad", a ver si esta vez el Señor e incluso Cristo nos ayudan, que últimamente nos ponen muchas pruebas y luego nos abandonan a nuestra suerte.
Un abrazo y salud.

martes, 11 de agosto de 2020

Historias de camareros 93 "¿Por qué?"


Y de postre tenemos: tarta San Marcos, melón, helado de chocolate y vainilla, natillas con o sin canela pero sin galleta y tiramisú.
Yo, flan —dice la señora.
Yo, medio melón —dice su compañera.
Y yo vuelvo a preguntarme: ¿Es esto posible? Y si lo es, ¿por qué ?, ¿eh, por qué?

Historias de camareros "Los huevo fritos"

—Oiga, oiga, camarera —le dice el primer cliente a las nueve de la mañana a mi compañera Rosa
— Si me tomo la oferta de huevos fritos con jamón, o con beicon o con morcilla, más bebida por cinco cincuenta, ¿me dan una botella entera de vino de la casa?
—Pues no, señor, con la oferta va una copa de vino o una caña o un refresco.
—¿Y cuánto me cobrarían entonces por la botella si cogiera esta oferta?
—Pues lo que vale la botella.
—¿Y si en vez de huevos con jamón los tomo con lomo?
—No tenemos lomo.
Y así se ha ido este espécimen del bar sin su botella de vino gratis. No sé lo que debe de pensar que vale una botella de vino en un súper, pero, vamos, que por cinco cincuenta podría comprar varias botellas o cinco briks de Don Simón. Qué manía tiene la gente de ir a negociar en mitad de todo el follón con los pobres camareros que no pueden cambiar los precios a su antojo.
En fin, qué diícas nos esperan.
Como dice a veces Rosa a voz en cuello en mitad del servicio, cuando se nos empiezan a comer por los pies los monguers: "Cristo, ten piedad, Señor, ten piedad".