Todo el mundo tiene al menos una historia de amor desperdiciado esto es una historia de amor correspondido que no llega a materializarse por razones inexpicables o por un cúmulo de despropósitos o simplemente por nada de nada.
La mía no sucedió en los tres cursos del bachillerato. En aquella época todo el mundo va de flor en flor enamorándose y desenamorándose en una suerte de polienamoramiento sucesivo pero entre cualquiera de estos enamoramientos y el siguiente siempre estaba ella, ella tenía algo especial.
No teníamos amigos comunes (ahora si los tendríamos) ni salíamos por los mismos bares. Así que la cosa estaba difícil. Una o dos veces tanteé a una de sus amigas y fui muy directo pero la amiga no me dijo nada.
Otro día encontré un libro de historia en mi mesa, No se quien lo había dejado allí. Lo abrí para ver de quien era y en la primera hoja estaba su nombre ¡Vaya subidón! y además debajo había escrito la letra de “Calle Melancolía” de Sabina que por aquel entonces ya me gustaba mucho. Aquello me pareció un gran augurio y muchas veces cuando la he tocado por ahí en directo me he acordado de ella .
¿Que cómo se que esta es una historia de amor desperdiciado? pues porque una noche, años después de haberle perdido la pista, estaba yo pinchando discos en una discoteca de cuyo nombre no quiero acordarme y entró en la cabina un amiga suya y me dijo que a aquella chica yo le había gustado mucho... yo le contesté que a mí me había gustado mucho también. Entonces ella me pregunto ¿Pero ahora ya no verdad? y yo por no descubrir mis sentimientos así en aquella situación tan rara que además podía ser hasta una broma y porque además salía con una chica le dije “No mujer ahora ya no”.
Alguna vez me la crucé por la universidad. Como yo había perdido un par de cursos tampoco sabía de ella.
Nunca la he vuelto a ver ni se nada de ella pero para todos esos amores desperdiciados hice esta canción.
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