-Camarero, camarero ¿Me pone dos bolsitas de tila y agua en un vaso de cortado?
- Por supuesto, lo que haga falta señora, pero ya sabrá que la infusión con tan poca agua no se le va a hacer, y con dos bolsitas todavía peor
- Sí, sí, pero es que estoy muy nerviosa
- Ah bueno, pues en ese caso, eso lo cambia todo, un vaso de cortado con dos bolsitas de tila, señora, marchando.
- Camarero, camarero, me dice un señor que estaba con su señora de visita en la ciudad, y que se había trasegado, a la par que su mujer, tres jarras de cerveza, ¿es usted también de aqui de Salamanca?
- De la misma Plaza Mayor, le he respondido yo
Y así se han quedado los dos tan contentos de estar en Salamanca pasando la tarde, porque ¿Quién era yo para quitarles la ilusión de estar en Salamanca y no en Zaragoza?
Que nadie nos quite la ilusión de estar en Salamanca, o la de estar donde a cada uno le haga más ilusión pasar la tarde, que se nos cumpla, por San Pablo Miki, amén.
- Deseo, luego existo
- Nunca se sabe dónde cáen las últimas gotas de cada una de las lluvias
-La ciencia es también un deseo
- Sólo uno mismo puede pretender que la realidad que existe es la suya
- La poesía es el puente entre lo concreto y lo abstracto
- Lo crónico, eso es lo que es
- Ni siquiera nos paramos a hablar sobre la forma en que cada uno piensa, si uno recuerda mucho o si otro divaga, si nunca para un pensador o si otro tiene algo de paz.
