viernes, 31 de agosto de 2018

Emergencia

Cuando la vida se convierte, en el interior, en una emergencia, se empiezan a llevar encima pastilleros de emergencia, desodorantes de emergencia, pequeños libros de bolsillo de emergencia, pañuelos de emergencia, cafés solubles en sobre de emergencia, bolígrafos y libretas de emergencia, y se guardan en el corazón y en la cabeza emergencias de emergencia, por si no emergiera. por fin. una buena emergencia.

jueves, 30 de agosto de 2018

Temor infantil

Siento un temor infantil por el placer que se acaba, y al observarlo,  no puedo evitar preguntarme si este temor no fue siempre un temor de adulto, aunque lo tuviera que llevar sobre los hombros ya de niño.

miércoles, 29 de agosto de 2018

Sexo y amor líquidos

El vacío que se siente tantas veces después del sexo, es el del regreso de la soledad al pecho y al cuerpo entero, que vuelve a llenarse de sangre y de aire tras los segundos que dura el orgasmo

El amor es por tanto un líquido que fluye a través de los pulmones y se evapora con el sudor y los jadeos

No es el amor en absoluto un sólido, ni un jarabe que fraguara como el cemento en los bronquios, como el asma, para quedarse.


sábado, 25 de agosto de 2018

Como antes

Aquí no ha venido nadie

No ha habido un nosotros

Nunca nada fue como antes  ni será, por tanto,  como siempre

Es mejor dejar de ser que ser para estar solo

Aquí andamos  dentro de la soledad que es un único instante infinito

Nunca nada es para nada, ni para nadie.






Sucedaneo

Bajo a pasear en busca de gatos callejeros, y recuerdo que somos oportunistas como ellos. Si no cazamos un buen ratón nos conformamos con un grillo, aunque no tenga carne y sea difícil masticar su seco exoesqueleto.

Nos conformamos con jardines y parques, en ausencia de bosques, y si no hay ríos cerca o mar, con las piscinas, con pisos cuando no hay casas y de esta manera todo va tirando de forma provisional y definitiva

Así son las cosas por fuera del cuerpo, sin embargo el interior es otra cosa, allí los sucedáneos no pasan el filtro del tiempo y desgastan  la mente.

Cuando tras mucho luchar por comértelo, acabas por fin vomitando el sucedáneo del afecto, el alma queda dañada y esta herida que no es del cuerpo es difícil de tratar, no se sabe a veces dónde para y los medicamentos no llegan nunca a la raíz del tumor.

Llego a la ribera del río,que a pesar de estar casi rodeada de edificios conserva parte de su naturaleza. 

Los árboles y las algas no se conforman con otra tierra ni con otro Sol, ni pueden vivir del agua embotellada.

viernes, 24 de agosto de 2018

Victoria

A fuerza de estar en él soy ya un dique seco en un dique seco.

Donde hace tiempo los barcos penetraban para después ser eyaculados de nuevo al océano

En su estancia me protegían de las quemaduras diurnas y en la noche su abrigo era mi rebozo

La maleza fue creciendo a lo largo de mis costados,  así que sólo pude crecer hacia dentro, hacia lo profundo

¿Quién puede sobrevivir aquí fuera a una existencia como esta?

Han ido pasando una y otra vez las estaciones

Hoy siento como me despedazan cientos de martillos neumáticos

Los insectos vuelan en círculos sobre mi pequeño trozo de cielo

La muerte es al fin la victoria

miércoles, 22 de agosto de 2018

Asanas

Te veo y me cuentas que te has vuelto más sabia, capeando el temporal del que ambos estamos saliendo, por fin, separados.

Pienso que eso es sólo experiencia, esa que se va adquiriendo, se quiera o no, con el paso de la vida y del tiempo

Para tener sabiduría hace falta un poco más de sufrimiento, ese que tú entierras bajo la meditación y las asanas

A día de hoy ninguno de los dos sabemos qué fue lo que te pasó

Y es que nadie conoce su propio pasado

La memoria está enlodada como el parabrisas de un camión tras una tormenta de barro

Sin saber qué ocurrió viajamos a tientas

Sin conocer el punto de partida es difícil saber si se ha llegado a alguna parte.

Aun así, hay quien no ve las bolsas de aire que atrapan los árboles entre sus ramas para lavar con ellas, como si se tratara de húmedas esponjas, el polvo adherido al envés de sus hojas más interiores, esas a a las que no llegan la brisa, ni la lluvia , ni la luz del Sol.

lunes, 20 de agosto de 2018

Auto engaño

Uno, como el resto de los mortales, se auto engaña de vez en cuando

En todo hay grados y maestros. Hay quien se cree sus propias mentiras internas, en las que una parte de si mismo se deja engañar por otra, como quien es capaz de jugar solo una partida de ajedrez y ganarla.

domingo, 12 de agosto de 2018

Que cambien

¿Cómo te va?

Depende tanto de eso...  ¿No es cierto?

Qué expresión tan adecuada a la existencia humana. La vida nos va o nos viene como si nos sobrevolara, ajena a nosotros mismos y a nuestros anhelos

Nos vaya bien o mal sólo podemos esperar a que los vientos cambien

jueves, 9 de agosto de 2018

Callar

Nos enseñaron sobre todo a callar y a no hacer ruido, con escaso éxito, porque el ser humano necesita ser escuchado, percibido, soñado, deseado y por fin tocado y amado.

Así, entre la resistencia de todos a escuchar y la necesidad de todos de ser escuchados, se organiza esta torrentera de ruido que no cesa y que todo lo arrasa, en la que nadie escucha y en el que nadie puede ser escuchado.

lunes, 6 de agosto de 2018

Equilibrio

Sólo se puede mantener el equilibrio durante un tiempo finito. Como hace el fibroso funambulista de bigote engomado, que enfundado en su blanca camiseta de tirantes, en sus blancas mallas ajustadas al cuerpo, aseguradas por unas tiras elásticas bajo las plantas de sus pies, y sostenido por unas bailarinas también blancas, flexibles, con sus suelas embadurnadas de resina, balancea su pértiga infinita sobre la sirga trenzada entre dos rascacielos.

Una antigua lesión en las lumbares, un inesperado tirón en el gemelo izquierdo, un pájaro que se cruza en el punto de fuga en el que el equilibrista sustenta todo su artificio, una rugosidad excesiva en el cable que se extiende tenso como el nervio ciático entre los riñones y los huesos del tobillo, puede provocar  la caída del cuerpo, entre dos espejos que se abaten el uno sobre el otro, cerrándose como las fauces de una planta carnívora, dejando al acróbata atrapado en la repetición de miles de oscuridades, multiplicadas unas en otras, en un abismo invisible y eterno

La distancia

Siento un tajo cálido y profundo en mi mejilla izquierda que se hunde en el pómulo, bajo el ojo

Intento alejarme y me doy cuenta de que ya estoy lejos, la distancia es la herida

Si me acerco la navaja hurga en la herida, toca en el hueso y oigo en mi cabeza la raspadura de un punzón contra el cemento

Si me alejo el aire pútrido infecta la tajada y la deja purulenta y tumescente

Me quedo paralizado por el miedo, y siento la angustia intensa de estar atrapado entre dos puntos separados por una lejanía insalvable.

domingo, 5 de agosto de 2018

Metas

"Tener metas en la vida es importante", dicen, y esto es un engaño, porque lo que en realidad están diciendo es "Si tu vida no tiene un sentido, al menos que no se note, que tenga una dirección"

Pero una dirección no es un sentido, en ninguna de sus acepciones.

Correr hacia cualquier cosa, aun llamándola "Meta", sólo da movimiento a las cosas y una apariencia falsa de que todo tiende a ir hacia algún lugar, aunque no sea el que le corresponda.

Esto nos desvía del verdadero camino, porque nos aleja de lo fundamental, sobre todo si no sabemos todavía lo que es, ni sabemos por tanto, dónde está.

 Esto de "Tener metas" desde luego no es importante, ni da ningún sentido a la vida


sábado, 4 de agosto de 2018

Viejas cartas

No hay que guardar las viejas cartas

Las palabras, para quien sabe leerlas, son como una lluvia fina que cala, se queda dentro y ya no se puede hacer nada para sacarlas

Sólo lo que es permeable hace posible que crezca la hierba allí donde el agua se filtra . Al los restantes, fabricados en  aluminio y  hormigón, las gotas les son ajenas y de nada sirve verter y verter diluvios sobre ellos.

Nada ni nadie cambia, no somos serpientes ni mudamos de piel

Ayer noche lloviznó sobre la ribera. Las plantas y los caracoles se alimentan y crecen

Itermitencia

¿Se puede cambiar algo en lo profundo? ¿Es necesario o sólo lo intentamos porque nos sentimos incómodos con la vida por dentro, con el no saber, con la falta de sentido?

¿Podemos por ejemplo dejar de ser seres intermitates, ahora en el exterior, ahora dentro de nosotros mismos?

¿Es esta intermitencia  inherente a nuestra existencia?

¿Es esta bendita intermitencia la que nos salva de la soledad?


viernes, 3 de agosto de 2018

Ciprés

Hay un ciprés en mi recorrido matinal que tiene la copa combada por el Cierzo. Está en un cruce de caminos, muy desprotegido.

Hoy me parece mucho más pequeño que de costumbre y me ha sorprendido la razón: Es verano y los plátanos que tiene detrás están llenos de hojas,así que parece más pequeño que en invierno, cuando estos árboles pierden con  sus hojas parte de su volumen,  y dejan de ser el fondo contra el que se compara el tamaño del ciprés.

Pienso todo esto mientras me acerco a él por la recta más larga del parque que vadeo a a diario y me entristezco al pensar que,  a pesar de caminar todos los días cerca de él, no lo he mirado con la profundidad que se merece desde el pasado invierno.

Dos mundos, un mundo

Es agotador estar en el mundo interior y en el exterior, siempre, al mismo tiempo

La conexión del presente con la memoria es inevitable, se podría decir que son la misa cosa

A falta del futuro, el tiempo completo

Esta tensión sólo cesa, a veces, con el movimiento del cuerpo, o se mitiga con la bajada de la conciencia, dentro de los sueño. que son los movimientos involuntarios de la mente


jueves, 2 de agosto de 2018

Gente molesta

La gente molesta porque no es consciente de la existencia de los demás. Así, la persona consciente, que es la que no molesta, ni siquiera existe para los otros, que son los que le molestan.

Los movimientos de la persona sensible son cuidadosos e internos. Lo que no se mueve no se ve y lo que no se ve no se oye.

Sin embargo la gente molesta vive para ser oída y vista, y para eso se mueven, gritan, patalean, llenan el espacio de humo o de persistentes olores, unas veces por exceso de perfume y otras por falta de jabón.

La única manera de que estas personas se den cuanta de que hay más gente es molestarlas a ellas, intentando, casi siempre infructuosamente, explicar la situación a los molestos, lo que suele provocar un conflicto todavía más molesto que la molestia anterior. Recordemos que no se puede explicar a alguien que no escucha, que no escucha, porque no escucha.

Ante todo esto no hay solución posible, puesto que la gente molesta tiene unas carencias de sensibilidad y empatía tan arraigadas que es imposible conseguir que vean que hay más gente en el mundo. Sólo se puede intentar evitarlas, con unos buenos auriculares, o quedándonos en casa.