2020- Hay una fantasía que justifica la compra, un cuento que uno se cuenta a sí mismo sobre lo que hará con el objeto y cómo le transformará lo comprado.
La compra es además una forma de otorgarle algo de materia a esa fantasía, que podemos tocar a través del objeto adquirido impulsando este, además, y de nuevo la narrativa primera, y más que probablemente otras compras.
Así imaginación y adquisición se empujan la una a la otra potenciándose hasta el infinito.
2021- La única forma de escapar de este círculo es ser consciente de las necesidades y de limitaciones de uno mismo, llevar la compra exclusivamente hasta ese punto, ser creativos y aspirar a esa creación artística que se construye con el material que uno ya lleva dentro, sus emociones, sus conocimientos y el trabajo y el juego que realice con, y en su mundo interior. Aquí está la verdadera trascendencia, la realización personal, la satisfacción de haber aportado lo posible al común, sin expoliarlo, sin acumular recursos, compartiendo, intercambiando, cooperando, con un papel, mediante herramientas sencillas, con un bolígrafo, con unas pocas telas, con unos alimentos, caminando, en cualquiera de las acciones cotidianas, llevando una vida que puede ser creativa en cada uno de sus momentos.

No hay comentarios:
Publicar un comentario