Preadultescentes gritando y no escuchando, ambas acciones son
incompatibles. Buscan con ello atraer la atención y consiguen la desatención
más absoluta.
Aumentan de nuevo el volumen de sus voces en una dinámica
enferma y sobre todo ab-sorda.
Desoigo todo en un tiempo en el que el hartazgo es norma y
toda oferta un chantaje.
Elijo entre calcetines y estrellas y escojo uno de cada.
Siempre subiendo y bajando en la noria de los días.
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