sábado, 3 de diciembre de 2016

Azucarillo



  Querría no tomarme en serio ni de ninguna otra manera, ser como a un niño, mejor que un niño.

  Deshacerme como un azucarillo al contacto con la absenta en la cucharilla, caer en el vaso ardiendo en alcohol y pasar por tu garganta calentándote, reconfortándote, llenándote el cuerpo y la mente de esperanza, de serenidad, de vida.

   Querría volver a jugar en el parque tranquilo.

 

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