No existe, creo yo, en español una palabra para denominar el dolor mental, la tenemos para las migrañas, para la metatarsalgia y para todo tipo de dolores de cualquier parte del cuerpo, pero para el dolor de la mente no hay una palabra concreta, es algo que se oculta tanto que ni siquiera se nombra.
Para referirse al dolor mental se puede usar la palabra genérica "sufrimiento", que también puede utilizarse para el dolor intenso que se tiene cuando por ejemplo uno se rompe una pierna, o le duelen las muelas, así que para el dolor de la mente, o si se quiere del alma, no tenemos una palabra y tenemos que utilizar al menos dos.
Los antiguos sabios chinos decían que era importante para poder pensar bien sobre cualquier cosa, que las palabra que se utilizara fueran las correctas, si le damos la vuelta a este precepto, para no pensar en algo de ninguna de las maneras, la mejor estrategia es no concederle su propia palabra, aunque parece que este oficio, el de crear nuevas palabras, para entendernos mejor unos a otros, para poder pensar mejor, para mejorar al fin y al cabo el mundo mediante el el lenguaje, que se utiliza en todos los procesos humanos, ese oficio de creador de palabras, ni siquiera está inventado, ni hay intención alguna de crearlo.
Hay cosas que se saben desde hace milenios, pero nosotros no usamos esta sabiduría, que parafraseando a Buñuel cuando hablaba de Dios “Si existe es como si no existiera”
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