Parece mentira que sepamos tan poco de las cosas que nos
rodean. Todo, incluso las cosas aparentemente más insignificantes tienen detrás
curiosas historias y grandes mentes.
Este es el caso del tupperware que debe su nombre a Earl S.Tupper.
Tupper era químico en la casa Du Pont y hacia 1940 oyó hablar del
polietileno termoplástico . Pidió a Du Pont materiales con los que pudiera
experimentar y recibió unos excedentes de un sobrante. Era un material negro,
lo refinó y pensó en hacer con él tacones para zapatos, pero también
contenedores domésticos para alimentos.
Tras la segunda guerra mundial lanzó su línea de fiambreras
y aunque se vendían bien algo estaba fallando. Se había encontrado con un grave
inconveniente, el plástico tenía mala imagen y los alimentos se conservaban desde
siempre en cerámica o cristal.
La principal ventaja del tupperware frente a estos
materiales era que cerrando adecuadamente la fiambrera se sacaba del recipiente
parte del aire, creando un efecto de vacío, gracias al borde de este y a la
hendidura de la tapa. De hecho lo que patentó Tupper fue el sistema de cierre.
Esta maniobra era desconocida para los dependientes de las tiendas y fue
Brownie Wise, una comercial de otra empresa la quien descubrir por ella misma
este problema convenció a Tupper para retirar su producto de las tiendas y
venderlas en reuniones donde ella misma haría demostraciones. las famosas
"Fiestas Tupper" en las que se inspirarían décadas después las
conocidas reuniones"Tupper-sex".
Este fue el empujón que necesitaba el producto y pronto se
crearon equipo de venta a tal efecto. Las ventas despegaron y Brownie Wise
ocupó la vicepresidencia de la compañía durante muchos años.
Pie de foto: Brownie Wise en una de sus famosas reuniones.