sábado, 12 de julio de 2025

Cuidado con lo que deseas

Es bien conocida la frase "cuidado con lo que deseas porque podría hacerse realidad", que no puede ser más cierta ¿a quien no le ha ocurrido desear algo para verse decepcionado al conseguirlo?

Esto sucede porque cuando deseamos algo no sólo lo idealizamos, sino que no pensamos en los inconvenientes que podría tener, o en las circunstancias, muchas veces irónicas que nos pueden llevar a conseguir lo que anhelamos.

Pondré un ejemplo que me toca de cerca:

Cuando era joven pensaba que sí pudiera dedicarme a leer y a tocar sería absolutamente feliz, y así, como otros desean que les toque la lotería, deseaba yo está situación. Hoy día tras ser diagnosticado de fibromialgia, apenas puedo hacer otra cosa que tocar, esto a ratos, y leer.

Realmente mi sueño se ha cumplido, pero en esta vida hasta los sueños tienen un precio. 

Ya lo dice el proverbio: Si quieres oir reír a Dios, cuéntale tus planes.


viernes, 11 de julio de 2025

La felicidad

 Decía el gran Roberto Bolaño en una entrevista, cuando ya sabía que tenía muy complicado sobrevivir a su enfermedad hepática, que "Yo he sido feliz todos  los días, al menos un ratito"

¿Que se puede decir ante esta frase en la que se atesora tal cantidad de sabiduría?

En realidad nada, sólo se puede actuar en consecuencia, ser consciente de que este pequeño ratito de felicidad es posible, buscarlo, y encontrar la manera de realizarlo a diario, cada uno a su manera.

Yo que padezco dolor crónico he encontrado algunos de estos momentos de felicidad diaria, cada mañana que me despierto sin dolor, que no son todas, ni mucho menos, me quedo un rato más, inmóvil, en la cama tumbado, siendo consciente de esta ausencia de dolor, de esta felicidad que muchos por tenerla no aprecian y que para mí vale más que el oro puro, y aunque a veces no sea este combustible suficiente para pasar ni el día, ni unas horas, la felicidad ya la llevo conmigo.

Siendo que esta máxima es verdadera, aquí os la transmito para que quien quiera la pueda llevar a la práctica.

Siendo ambiciosos, pienso también que quizá se podría ser feliz un ratito cada mañana, cada tarde, cada noche, cada madrugada, o cada una de las horas que nos acompaña. 


sábado, 21 de junio de 2025

Divagaciones recreativas -1926

                                                                    


1926- Me pregunto a menudo por qué la cultura no obra el milagro y transforma la sociedad, como siempre algunos han dicho que podría suceder. La respuesta es simple, la cultura solo podría cambiar la sociedad si la gran mayoría de las personas que la componen se viera impregnada por ella, individualmente, y solo la suma de todas esas personas cultas, y según defienden algunos, por ello más sensibles y empáticas con los demás, y con los problemas comunes, estaría ya dispuesta a cambiarlo todo a mejor, si lograsen también no equivocarse en sus buenas intenciones.

La realidad es otra bien diferente, porque aunque todo este proceso fuese posible, adquirir esta cultura cuesta un gran esfuerzo, y no me refiero al esfuerzo económico que requiere la el conocimiento académico, no hablo de estudios, sino de cultura, la que se aprehende leyendo, viendo, probando, pensando, conversando, escuchando.

Ver una buena película, escuchar buena música, leer un buen libro, requiere un esfuerzo, porque estos actos nos ponen ante el espejo, nos revuelven por dentro, nos hacen pensar en cosas en las que nunca habíamos pensado, nos provocan sensaciones y sentimientos también nuevos. Este esfuerzo de enfrentarnos a lo nuevo y a nosotros mismos a través del arte, es el que nos hace crecer, y esta capacidad de hacernos crecer, es lo que diferencia un producto de entretenimiento, que también tiene su función y su momento, de una obra de arte.

Siempre ha sido difícil históricamente, en unas sociedades humanas siempre enfocadas en lo material, encontrar personas dispuestas a realizar este viaje, pero ahora en mundo todavía más insensible que nunca, más rápido, en el que el triunfo en cualquier cosa, a través de cualquier artimaña y a cualquier precio es la norma, en el que la inmediatez, la competitividad por el resultado material instantáneo son los objetivos generales, o al menos los que preconiza el sistema económico y social, y en el que la educación está dirigida casi exclusivamente a intentar satisfacer las necesidades del mercado laboral, y no a cultivar personas más sintientes y por tanto más humanas, este trabajo es ahora más difícil que nunca.

Fotografía de las pinturas de la Cueva de Altamira: este archivo está licenciado bajo la licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 3.0 Unported .Atribución: Museo de Altamira y D. Rodríguez

martes, 17 de junio de 2025

martes, 3 de junio de 2025

Divagaciones recreativas 1919- 1920

 1919- Cuando veo a un niño o niña hablando con una persona mayor me parece que es la humanidad entera quien habla consigo misma.

1920- Cuando una persona cercana muere se nos concede seguir recordándola, seguir aprendiendo de ella e incluso seguir aprendiendo a pensar como ella pensaba.


jueves, 29 de mayo de 2025

La verdad

Nos hemos preocupado tanto, de intentar saber si existe la verdad, de definir en tal caso qué es, y sobre todo en discutir sobre quién la tiene, que no hemos pensado mucho en cómo debería usarse o cuándo.

Sobre esto, creo yo, que no todo el que la posee tiene derecho a decirla, a utilizarla, el buen o mal uso ya sería harina de otro costal.

miércoles, 28 de mayo de 2025

El dolor crónico, si los médicos no lo curan, es para siempre.

                                                        


No es posible no fijarse en el dolor, que es un mecanismo que sirve precisamente para que nos fijemos a través de él, en que algo no anda bien.

Resulta tremendo tener que explicar esto a los médicos, cuando te dicen que el dolor crónico que padeces se puede controlar con la mente, por medio de la meditación, del yoga o del mindfulness. Por supuesto, si esto fuera cierto, no existiría la medicina tal y como la conocemos, todo puede ayudar, pero si esto funcionase de verdad no habría unidades del dolor, ni de paliativos, ni se usaría la morfina, ni los analgésicos y la industria farmacéutica no sería la que conocemos, ni siquiera serían necesarios la mitad de los médicos, de los fisioterapeutas, los psicólogos o los psiquiatras que tenemos, porque si el dolor físico se puede controlar con la mente, lo mismo ocurriría, con más razón, con el dolor mental, y cualquier paciente podría tratarse a sí mismo mediante el control de la mente, que parece que es lo que insinúan, que se cure uno mismo, así, sin tratamientos, sin médicos, sin recomendaciones ni nada.

Esta conversación que acabo de resumir, no la he tenido con un médico, sino con varios profesionales de la sanidad. Un fisioterapeuta llegó a recomendarme un libro titulado "El dolor crónico no es para siempre", lo que me hizo dudar de la calidad de la educación básica del escritor y del fisioterapeuta, pues al parecer no tenían claro el significado de la palabra "crónico".

En fin, que aquí estamos los enfermos de dolor crónico, tratados por médicos que no entienden que si ellos no curan el dolor crónico, si no encuentran la manera de tratarlo, el dolor crónico, es para siempre.


Fuente de la fotografía: Wikipedia  Creative Commons Attribution-Share Alike 4.0 International.