Intentan hacernos creer que tenemos una moral que desea y potencia los buenos sentimientos y las buenas acciones, que rara vez son premiadas, pero en realidad esta encubre, perdona, aplica eximentes y atenuantes a las malas.
Para esto último la moral es dinámica, se molesta en ello, se mueve, pero permanece incólume en sus normas, en sus amenazas y en su falta de renovación, por mucho que la sociedad y las circunstancias cambien.
En general, cuando hay un error que se perpetúa, este se fija por algo, por eso hay que suponer que se sigue encubriendo, perdonando y aplicando eximentes y atenuantes a las malas obras, porque la élite de la sociedad prefiere esta solución, y deja que la maldad opere porque genera beneficios, de igual forma que se permite que haya una cierta economía sumergida, para que el sistema funcione, para que les funcione mejor, a ellos.
No estoy pidiendo ni mucho menos que las cosas cambien, ya sé que la propia dinámica de este proceso hace que el cambio no sea posible, pero no hace falta tanto cinismo ni tanta hipocresía, la gente seguirá sosteniendo los países, las economías y todo lo demás, aunque sea más consciente todavía del engaño.
La gente tiene conciencia, si no de qué iban a poder los poderosos seguir manteniendo su sistema, sin la colaboración de todos, cada uno haciendo lo que debe, su sistema se caería todos y cada uno de los días.
Fotografía de dominio público obtenida de Wikipedia Commons
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