sábado, 16 de enero de 2021

 Queridos amiguicos, son las tres y media de la madrugada y estaba yo pensando algo un poco lúgubre, algo así como que retirarse del mundo, eso, no puede hacerse, ni siquiera cascando, porque sea el que sea el estado en que uno quede, al dejar el edificio, sigue teniendo un espacio, pequeño, pero al fin y al cabo espacio, en el universo, pues no se puede dejar de existir nunca, al menos de forma material. 

Sin entrar siquiera en si existe el más allá, lo que está claro es que una parte de nosotros se queda, queramos o no, aquí, en el más acá.

Después de esto he pensado que, jodo, menuda encerrona y que un encierro así sólo se le podía ocurrir al de arriba, si es que existe.

El lado positivo es que vamos a estar mucho, pero que mucho rato juntos, y aunque algunas compañías se pueden hacer eternas, a otras da gusto verlas y hacen que la cosa, sea la que sea, merezca la pena.

Que estemos mucho rato por aquí en el estado que sea juntos (esto seguro que se nos cumple, lo noto) pero por si acaso decimos otra vez: que se nos cumpla.

Amén,

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