miércoles, 22 de noviembre de 2023

Expósitos

Ya desde el tiempo de los espartanos y de los romanos, había niños que eran susceptibles de ser expuestos, es decir, abandonados en las puertas de sus casas tras nacer, por no tener recursos para criarlos, por tener algún “defecto”, por dar mal fario a sus progenitores o por lo que el padre quisiera. Así, hasta que a un bebé no se le daba el nombre de la familia era considerado como un objeto sin derecho a protección alguna.
Esto, sin dejar de ser una barbaridad era también un procedimiento de reciclaje bastante logrado, y coherente con la verdad, aunque esta fuera espantosa.
La gente no se veía obligada a criar a niños que no querían y los expósitos, si sobrevivían, crecían en hogares donde en algún momento habían sido deseados y no se les obligaba a existir para siempre con esa falta irreparable de ese primer y necesario amor absoluto.

No es que esté yo abogando por la vuelta de semejante crímen institucionalizado,pues los derechos humanos, y sobre todo los de los niños, son para mí lo más sagrado que existe. Solamente reflexionaba sobre los expósitos.

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