jueves, 15 de febrero de 2018

Cápsula

Mi letra se aclara y  mi pensamiento se diluye en la tinta celeste, sobreponiéndose las celdas de cuadros del papel

Por fin estoy en la mesa del rincón del bar, donde leo, escucho música con mis auriculares y me siento tranquilo y des- desesperanzado en mi cápsula de auto-estimulación mental y sensorial.

La soledad es la falta de amor y en su busca  nos ponemos en movimiento, si no físicamente, a través de la tecnología. Antes las cartas cumplían la función de poner en otros lugares, en otras mentes, nuestro pensamiento, hoy los escribimos en el ciberespacio por donde quiera que vamos.

Este movimiento, aunque sea pequeño,  es como una señal lumínica emitida desde un barco, un mensaje que si no consigue el contacto, la sinapsis, si nadie la ve, carece por completo de sentido.

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