viernes, 22 de abril de 2016

Copas

  No se puede saber lo que hay en las copas de los árboles. Habría que subir por ellos para saberlo y una vez allí, lo que allí hubiera, habría huido.


  Por eso, de  los árboles, sólo nos fijamos en sus hojas y en sus sombras y los miramos desde lejos, hacia abajo, nunca hacia arriba, el cuelo podría resentirse.


   Los antiguos creían que la vida surgía de los árboles, me figuro que asombrados por sus espectaculares cambios de hojas y por sus ciclos vitales casi eternos.

   Por eso la palabra "Madre" y "Madera" tienen la misma raíz etimológica.

   Las etimologías dicen mucho más de lo que nos parece.

   Miramos de igual forma que miramos a los árboles, a las personas, desde lejos, hacia abajo y nunca hacia arriba, el cuello podría lastimarse.

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