Mientras sueño que soy un gato que merodea de noche, vigilando su territorio, o una ballena azul que migra solitaria al sur, buscando aguas más frías, voy cayendo, poco a poco, en la hondura abisal, desde la que ya no podré regresar al mundo.
No sé cuando ocurrirá, pero no queda mucho. Pronto quedaré atrapado en cualquiera de mis sueños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario