Caminando con mis auriculares puestos, oigo a Lucinda Williams y de fondo un murmullo intermitente. Es el tráfico que llega en tandas, a golpes de semáforo, por la gran avenida cercana al parque.
Después llega a mis oídos otro rumor, constante y fuerte y por eso se que es la vida misma que nunca se detiene, la vida, el río.
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