domingo, 14 de febrero de 2016

Abducción gatuna



  El gato sube a la cama pasea por mi cuerpo y me despierta, en mitad de la noche, acariciándome la cara con sus bigotes.

  Abro los ojos y veo los suyos mirando fijamente a lo míos. Empieza a abrir al máximo sus pupilas, a atrapar con ellas toda la luz que queda en la penumbra de la habitación, para después absorber toda la luz de mis ojos y con ella mi alma.

  Me veo a mi mismo desde su posición. Está claro que ahora yo soy el gato y que mi cuerpo yace inerte, o quizá dentro de mi cuerpo está ahora el alma del gato dormida, soñando.

  Me acerco a mi pareja que duerme a mi lado y la despierto de varios lametazos, con mi áspera lengua en sus mejillas.

   Ella me rasca la cabeza en medio de las orejas en una caricia sobrehumana, no intervienen en ella los recuerdos que tiene de mi persona, no hay complicidad, ni rencor, ni ternura, ni lujuria, es una caricia pura como la que según siento se dedica a los animales, porque son lo que son y se admite que tienen sus virtudes y sobre todo sus limitaciones.

   Mientras lo hace pienso en lo que me habría dicho me madre si hubiera arañado el sillón o arrancado las cortinas como hace a menudo su gato.

    Me abandono a este placer único y maravilloso y medito seriamente en prolongar esta situación para siempre hasta que me quedo dormido plácidamente sobre su cuerpo aprovechando cada instante de mi abducción gatuna.

sábado, 13 de febrero de 2016

La sordera funcional




 Desde hace muchos años vengo previniendo a mis amigos sobre un mal que no tiene cura. Es difícil sustraerse a él,  porque su misma esencia, nos hace entrar en un bucle eterno e insoluble. Se trata de la sordera funcional.

En todo el mundo hay millones y millones de personas, que teniendo su sentido del oído en perfecto estado de funcionamiento, oyen  pero no escuchan.

 Este problema es ab- surdo, es decir, tiende hacia lo sordo, puesto que es imposible explicarle a alguien que no escucha que no te está escuchando, porque no escucha. Incluso un tonto de los llamados "tontos motivados" puede tener en algún momento un instante de lucidez, o incluso acertar por casualidad, pero el sordo funcional, desde su mundo absurdo, sólo puede llevar cada una de las cosas que hace con los demás hacia un fracaso absoluto.

 Es por todo esto que las personas que saben mucho de algo dicen las cosas una sola vez.

Ante esta trágica certeza quedáis advertidos intentad evitarlos, no se puede hacer más.

viernes, 12 de febrero de 2016

Slip



   Hay pocas cosas más molestas que llevar unos calzoncillos tipo "slip" que por alguna absurda razón han encogido y te vienen pequeños.

  Al principio no le das importancia ,no te das cuenta, pobre incauto, pero de repente, cuando llevas un rato sentado en un bar, los elásticos impelen con toda su fuerza la tela contra tu sistema planetario produciendo un dolor creciente y sordo.

jueves, 11 de febrero de 2016

¿Raro yo?



  Una señora le enseña los piños de coña que lleva en la boca a otra, es muy explícita e incluso se saca la dentadura postiza y la pone en la palma de su mano, para mejor mostrársela a su compañera, que le escucha con aparente gran interés para después decirle a modo de respuesta:

miércoles, 10 de febrero de 2016

La levantada.



  En mis sueños llego tarde a un examen, hace meses que no he ido a las clases, he andado ocupado con las cosas que llevo dentro. pero eso no se ve, igual que no se ven  la sangre o una piedra en el riñón, pero la gente,sobre todo cuando ha llegado a tener un puesto de mando, aunque sea pequeño, se encuentra reforzada por la sociedad y no admite excusas o retrasos.

martes, 9 de febrero de 2016

Gatos y humanos



 "Un gato casero de nueve años ha pasado despierto sólo tres años de su vida" leo en el libro "Observe a su gato" de Desmond Morris. Los gatos son tan eficientes que consiguen sus alimentos y hacen todo lo necesario en ocho horas y tienen por tanto dieciséis horas al día para descansar, para soñar.

Nosotros los humanos somos la mitad de eficientes pues necesitamos dieciséis horas para nuestras cosas y reservamos sólo ocho para dormir y a veces ni eso.

Yo mismo en condiciones normales no he dormido más de séis horas seguidas en toda mi vida. así que. eso que yo creía una ventaja, pues tenía dos horas más para hacer cosas, se revela ahora ante mis ojos como un síntoma de ineficacia. Ya me lo decía desde bien pequeño mi madre:

- Quique, eres un inadaptado. A lo que yo respondía
- A mucha honra. Cada uno es como puede, pensaba yo, y el que es como puede no está obligado a menos, ni a más.

Ahora veo a mis gatos y pienso que mi madre y yo, los dos. teníamos razón.

Hace muchos años que me di cuenta de que a veces se da la circunstancia de que dos, o incluso más personas, tengan razón sobre una misma cosa a la vez .

Aunque esto esté fuera del pensamiento convencional y nadie más parezca haberse dado cuenta de ello, es algo absolutamente cierto, os lo aseguro, y además, el no saber que esto puede ocurrir, es fuente de multitud de conflictos.

 Todo esto me recuerda dos cosas aparentemente inconexas, una es un número de Faemino y Cansado en que uno de ellos se quería colar y el otro,que estaba primero en la cola le decía:

- Oiga, se está colando usted. y el otro contestaba
- Parece, parece, pero no, mire, yo soy el primero de mi fila y usted el primero de su fila. Estaba claro que ambos tenían razón .

La otra cosa de la que me acuerdo es una frase de Charles Bukowsky, que al final de su vida vivía lleno de gatos y que decía más o menos así:

"Los gatos, los miras y ellos te enseñan todo lo importante que hay que saber"

Eso es todo amigos, salud.

lunes, 8 de febrero de 2016

Cajones



   De nada sirve abrir los cajones y revisar los viejos cuadernos y los viejos objetos en busca de repuestas.

  Los cajones se acaban convirtiendo en agujeros negros que succionan tu aliento y tu alma. Sabiendo todo esto, tal es mi desapego a la vida, soy absorbido al abrir uno de ellos y me encuentro de repente rodeado de gigantescos papeles, pilas gastadas, botones y relojes antiguos.