En
aquel restaurante, donde vivíamos y trabajábamos, ocurrían cosas de lo más
absurdas. Un día, a la hora de comer, no sé por qué razón alguien de la familia
acudió con unos gitanos, a los que había reclutado por el barrio, para que, a
cambio de una propina, bajasen y se llevasen a un vertedero los escombros que
habían salido de la reforma del edificio.
sábado, 25 de mayo de 2013
viernes, 24 de mayo de 2013
La Madalena . La historia de mi integración.
La Madalena. Historia de mi integración.
Hace
ya diez años que vivo en el Barrio de "La Madalena" de Zaragoza.
Antes ya había vivido en El Tubo, así que ya estaba curado de espanto. Como payo,
creo que me he adaptado bien (hay que tener en cuenta que soy yo el que está en
su territorio) y nunca he tenido problemas con los gitanos, así como yo he
intentado no darles problemas a ellos.
Sí
que hubo algún problema con una pareja de italianos que
jueves, 23 de mayo de 2013
Pedro. Mi tío y a pesar de ello mi amigo.
La primera vez que vi a mi tío Pedro yo
tenía catorce años y él estaba sentado a una mesa de nuestro restaurante. Creo
que tenía un compromiso y mis padres le estaban echando una mano. Además, mis padres que ya sabían que yo quería ser músico, querían que lo conociera porque él había formado parte del grupo Chicotén, que
se dedicaba a recuperar temas de música tradicional aragonesa. Lo de este grupo
es un caso muy curioso en toda la historia de la música
La peluquería del Casino Mercantil. Otra historia del Tubo.
Pocas personas saben tanto como yo de
restaurantes porque pocas han tenido la oportunidad de vivir dentro de uno. El nuestro, el negocio familiar, estaba en el
tubo Zaragozano y después de algunos años
y de dos mudanzas, nos vimos obligados, por motivos económicos a habitar
las tres plantas superiores del edificio.
Nosotros mismos, con la ayuda de amigos, rehabilitamos
las tres plantas en los descansos entre el servicio de comidas y el de las cenas.
Atraco interracial
Ayer, cuando volvía del ensayo de Juanita Calamidad tuve un intento de atraco interracial del que tanto yo como el instrumento que llevaba salimos indemnes. En esta historia intervienen : un payo (yo mismo), dos gitanos rumanos y un negro (no se la nacionalidad) y una tienda de chinos con sus correspondientes chinos.
En este relato, basado en un hecho real,
miércoles, 22 de mayo de 2013
Tocando por la playa... tres historias cortas, cortas.
Tenía por aquel e unos veinte
años y una novia Venezolana. Ella era estudiante de económicas y no quería volver a
su país. Sus oportunidades laborales allí eran ínfimas, porque en aquellos
tiempos, había en Venezuela una ley, que obligaba a las empresas a contratar un
80% de personas nacidas en el país y mi amiga, a pesar de haber vivido allí toda su
vida, había nacido en Perú.
martes, 21 de mayo de 2013
De camino al trabajo...cinco minutos de alta filosofía en la calle.
Esta tarde, a eso de las cinco menos diez, de camino al trabajo, veo que desde la otra acera me saluda un viejo conocido. Es un señor jubilado que conozco desde la época en la que era camarero. Le saludo pero él no se conforma y me llama desde la silla de la terraza donde está tomándose una caña...¡Eh cruza hombre!. Acudo a su llamada y me dice
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