Sueño con mi abuela en camisón rosa, con cuerpo de niña pero con el aspecto que tenía cuando murió.
Mi hermana y yo también somos pequeños, tenemos aspecto de niños.
La abuela dice que ya es momento de irse a la cama y me meto en la cama donde ella va a acostarse.
- Pero esta cama es muy pequeña, no caben dos, dice, y me echa amablemente a otra cama.
Ha pasado un día de este sueño y he empezado a leer una recopilación de los sueños que Kafka dejó escritos, desperdigados en cartas y a lo largo y ancho de su obra.
En un solo momento, como ocurre con toda idea, comprendo el significado del sueño.
La última vez que vi a mi abuela fue en su lecho de muerte y lo último que me dijo refiriéndose también a mi mujer fue "Que todo os vaya del color de rosa". Aquella cama en la que ella estaba no era todavía para mi, de momento sólo cabía ella y a mí todavía no me corresponde ocuparla.
Me dice este sueño, o me digo yo a mi mismo a través de este sueño, que la muerte no es lo que debe venir ahora yo soy todavía un niño comparado con mi abuela, nosotros los niños dormimos en otras camas.
Esto en el momento del sueño es muy significativo. Estoy saliendo de una depresión y todos los días pienso en el suicidio, a veces pensar en esto es liberador porque este acto se ve como una salida al tremendo sufrimiento que esta enfermedad provoca, pero parece que mi interior me dice que este no es el camino, que no puedo meterme en la cama de una persona que ya no vive. porque allí no quepo.
Todavía ese no es mi lugar.