domingo, 13 de diciembre de 2015

Sueño y vigilia.



    Si pudiera saber durante la vigilia todo lo que se mientras sueño, quizás podría comprender esta tristeza que no se puede oponer a nada, que no es contra nada, no es contra la desgracia, ni contra la muerte de una persona querida.

    Es la tristeza en si misma, inaprensible como el propio Dios y como Él, incomprensible.

    La podría entender y quizás comunicarla a otros, porque lo peor de esta tristeza es que lleva  aparejada una soledad que tampoco es de este mundo.

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