lunes, 2 de febrero de 2015

Poniendo cafés

                     

            En mi trabajo de camarero preparo a primera hora de la mañana dos cafés con leche para dos curas que hablan de sus asuntos. Esta vez son asuntos mundanos.

            Vierto la leche batida sobre los cafés y al final aparecen en las superficies dos dibujos en forma de espiral.

            Pienso mientras tanto en cuando de niño cogía de una estantería alta un atlas universal para ver fotografías de nebulosas espaciales. Buscaba entre ellas la más colorida, brillante y hermosa y entonces decidía por mi mismo que aquella nebulosa era Dios y me sentía  por ello reconfortado y seguro.

           Sirvo los cafés y me alejo pensando que una vez de niño estuve cerca, muy cerca de Dios



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