sábado, 11 de junio de 2016

La silla de desaparecer.

  La silla de desaparecer es un objeto mítico, nadie ha podido verla nunca. No se sabe si hay una o varias o si sólo son leyendas, vertidas en diferentes escritos a lo largo de la historia, las que nos avisan, inútilmente, de su posible existencia.

  Las cualidades de esta silla son tan terribles que quizás no quieras seguir leyendo.

  Si has seguido leyendo, como sospecho, continuaré explicando que este asiento, si es que existe, te atrapa al sentarte en él y se vuelve y te vuelve invisible para todo el mundo, se transforma además y transforma a su ocupante, en un ser incorpóreo, aunque mantiene viva a su víctima que muere tras una espantosa agonía de hambre y de sed. Sólo los más afortunados lo hacen de desesperación.

   Esto es peor sin duda que morir enterrado vivo pues desde la silla se ve con impotencia lo cerca que está la vida sin poder alcanzarla.

    Cuando ya no queda nada del cuerpo muerto del infeliz, que se descompone totalmente en la silla y para que esto suceda pueden pasar años, décadas, o siglos, este infame objeto vuelve a aparecer en otro lugar para buscar una nueva víctima, para generar una nueva  angustiosa e invisible tragedia, así que, la próxima vez que te sientes en una silla extraña ándate con cuidado, por si los gusanos y por las moscas.

Mi dentista.



   Estoy contento con mi dentista y soy fiel a su consulta. Es un gran profesional, cuidadoso y partidario de la mínima intervención. Además en momentos difíciles ha tenido a bien facilitarme el pago de sus inestimables servicios.

   Un día estábamos los, dos tenaza a boca y por un momento sentí una punzada de dolor.

  - Ay, articulé yo como pude para avisarle.
  - ¿Te hago daño? preguntó él.
  - Ud poco, contesté.
  - Jajaja, rió ¡Esto no es nada!...esto no es nada comparado con el daño que sé hacer yo, susurró  siniestramente a mi oído, lo que unido a las anteriores risas hizo que se me helara la sangre y que me vinieran a la memoria los torturadores de la Santa Inquisición de la Santa Madre Iglesia.

   Nunca más me he vuelto a quejar en su sillón, la verdad es que ahora los dentistas no hacen daño y jamás se me ocurriría  cambiar de dentista.

viernes, 10 de junio de 2016

La cuchilla de afeitar automática.



    Aparentemente es una cuchilla de afeitar de metal, de las de toda la vida, de buena calidad, recargable, pero si tienes la mala fortuna de que aparezca en la repisa de tu bañera o de tu ducha date por depilado, o depilada, de los pies hasta las cejas y hasta el último pelo de la cabeza.

   La cuchilla cae al suelo mientras te duchas y como es lógico y normal, para evitar accidentes, la recoges y antes de que te des cuenta el objeto se apodera de tus manos y de tu voluntad, además teniendo en cuenta lo afiladas que se sienten sus cuchillas, no conviene mucho resistirse, para no sufrir cortes indeseados en las partes más delicadas, como la entrepierna o la zona de la yugular.

   Esto podría parecer una broma, sí, de muy mal gusto pero una broma, si no fuese porque tras desaparecer la maquinilla, tras transformarse en una sustancia gelatinosa por el desagüe. el pelo nunca te volverá a crecer, por ningún sitio.

  No se sabe cual es la procedencia de semejante artefacto pero se sospecha,  ya desde hace mucho. mucho tiempo. del gremio de fabricantes de pelucas.

 

jueves, 9 de junio de 2016

Cosas que es mejor perder.



   Unos kilos de más, un gato arisco, sobre todos si su nombre es "Rencor", el conocimiento, un zapato con una raja en la suela, las llaves de las casas ya perdidas, un mal trabajo y por supuesto el tiempo, si pasa demasiado lento o es turbio o simplemente desapacible.

Las dos caras de la moneda.

 Normálmente nos decidimos por el placer que como sabemos tiene el dolor como su inevitable consecuencia, así que preferimos primero el placer y después sus consecuencias. Placer y dolor forman parte de la misma moneda.

  Los practicantes de ciertas modalidades sexuales,sin embargo, prefieren actuar a la inversa, se procuran dolor, con su correspondiente dosis de adrenalina y dejan así para el final el placer, que llega inevitablemente después, aunque sólo sea como ausencia de dolor que ellos mismos se procuran.

  Esto es como poco curioso y me hace pensar que al final llegamos siempre al contrario del contrario y viceversa, sea lo que sea que hagamos. Estamos atrapados en la dualidad de las cosas, qué se va a hacer.

miércoles, 8 de junio de 2016

Punto muerto

  Un punto muerto, una parada absoluta.

   Pesas como un bloque de cemento, no puedes moverte y tampoco hay una dirección hacia la que escapar.

    Eso es un punto muerto. Es casi como un agujero negro pero a diferencia de este, por desgracia, no te engulle.

   Para engullir hace falta estar vivo y en un punto muerto todo, incluso tu, esta inmóvil, como muerto, como el punto muerto.

lunes, 6 de junio de 2016

Camarera

  A veces voy a un bar cercano a la biblioteca. Lo atienden el jefe y una mujer a la que lo mismo se le puede ver en la cocina,limpiando o sirviendo cafés.

 Es algo mayor o también podría ser que parezca mayor de lo que es a causa de su aspecto cansado y de su delgadez.

  Realiza su trabajo con gran perfección pero su cara y  sus gestos transmiten tristeza y desesperanza.

  Que guapa estaría si pudiera sonreír.