Hay un señor vestido de marrón oscuro en la sala de espera del hospital. Se ha arreglado mucho, aunque con ropa antigua. No oye ni entiende nada de lo que le dicen e intenta disimularlo. Tampoco puede apenas caminar por si mismo.
Parece un niño desastrado vestido de domingo, pero es un anciano que intenta mantener su dignidad, que intenta salvaguardar una apariencia de valerse en el mundo, una apariencia que quizá, al igual que todos, nunca tuvo.
Aparece una enfermera y con mucha mano izquierda y con grandes gritos y aspavientos consigue al fin llevarlo a su destino.
martes, 23 de enero de 2018
domingo, 21 de enero de 2018
la consciencia
Un tipo de unos cincuenta y tantos años se sienta a mi lado en un banco del paseo marítimo. Lo hace como si no hubiera más bancos libres, dándome además la espalda. Lleva pantalones de pana, un forro polar, zapatos baratos (debo indicar que estamos en invierno) y el pelo largo y teñido. Sostiene en su mano derecha una lata de cerveza.
Al momento, la chica que hace un rato paseaba con su perro por la playa hacia el norte, vuelve persiguiendo a su mascota para ponerle la correa. Me doy cuenta de que el hombre de la lata de cerveza ha desaparecido por completo de mi mente durante unos segundos, a pesar de seguir a mi lado.
Esta es la consciencia de la que tanto presumimos los humanos
Al momento, la chica que hace un rato paseaba con su perro por la playa hacia el norte, vuelve persiguiendo a su mascota para ponerle la correa. Me doy cuenta de que el hombre de la lata de cerveza ha desaparecido por completo de mi mente durante unos segundos, a pesar de seguir a mi lado.
Esta es la consciencia de la que tanto presumimos los humanos
La ventanilla
Esperé en un coche, sólo
No llegaba a mirar por la ventanilla
Tenía tiempo que perder y no era responsable
Entonces tuve el futuro en mis manos
ahora el tiempo ha pasado y son otros los que lo poseen.
No llegaba a mirar por la ventanilla
Tenía tiempo que perder y no era responsable
Entonces tuve el futuro en mis manos
ahora el tiempo ha pasado y son otros los que lo poseen.
sábado, 20 de enero de 2018
Es un Bucle
La existencia, que es la conciencia, es discontinua
se mueve a saltos entre la vigilia y los sueños, entre los deseos, los recuerdos y las ensoñaciones
La existencia es un bucle, un circuito cerrado del pensamiento que se re-alimenta mientras la vida,alrededor, gira.
La vida es un bucle
¿Quieres que te lo cuente otra vez?
se mueve a saltos entre la vigilia y los sueños, entre los deseos, los recuerdos y las ensoñaciones
La existencia es un bucle, un circuito cerrado del pensamiento que se re-alimenta mientras la vida,alrededor, gira.
La vida es un bucle
¿Quieres que te lo cuente otra vez?
Temperatura
Los recuerdos no tienen temperatura, sólo un color de fondo, una especie de filtro fotográfico con el que los vemos.
Algunos de ellos son capaces de excitar el cuerpo e incluso se pueden utilizar para ello.
Un tipo de recuerdos llevan a otros similares, aunque sólo los nostálgicos se mantienen en la mente por tiempo indefinido.
Sin embargo los recuerdos eróticos incitan al onanismo y por este medio, puede salir la energía sobrante sin llegar a envenenarnos.
Para la tristeza no existe válvula de escape prevista de forma natural, ni orgasmo que la alivie.
viernes, 19 de enero de 2018
Escisión
En un ser escindido todo se multiplica, la sensibilidad, la necesidad de amor y el esfuerzo mayor por conseguir, si es posible, toda esa cantidad aumentada de amor.
De ahí el cansancio, la fatiga, la ansiedad y la tristeza.
Escindido de nuevo, esta vez en mi identidad virtual, descanso de mi mismo en ella sabiendo que es allí, en el ciberespacio, donde sigo existiendo mientras descanso.
De ahí el cansancio, la fatiga, la ansiedad y la tristeza.
No sé si somos conscientes de que con la red hemos creado el más allá.
jueves, 18 de enero de 2018
Viaje
Salgo de la ciudad por carretera. La industria que la rodea me produce una tristeza y una sensación de desamparo tremendas. Es como si ese cinturón oprimiera a la población quitándole toda su energía humana.
Avanza el autobús en medio de una neblina densa, espermática, que se posa en los arbustos y en las cosechas en forma de escarcha y hielo.
Los pájaros se refugian en las torres eléctricas y en los cables de alta tensión . Me figuro que es así como tienen las patas menos frías.
Los frutales y las vides aparecen como lápidas de inmensos cementerios, con sus ramas atadas, para que crezcan como el ser humano manda.
Hoy la música y el ruido del motor se congelan en mis venas antes de llegar al corazón.
Avanza el autobús en medio de una neblina densa, espermática, que se posa en los arbustos y en las cosechas en forma de escarcha y hielo.
Los pájaros se refugian en las torres eléctricas y en los cables de alta tensión . Me figuro que es así como tienen las patas menos frías.
Los frutales y las vides aparecen como lápidas de inmensos cementerios, con sus ramas atadas, para que crezcan como el ser humano manda.
Hoy la música y el ruido del motor se congelan en mis venas antes de llegar al corazón.
miércoles, 17 de enero de 2018
Dicen que es bueno ir al mar y mirarlo.
Dicen que es bueno ir al mar y mirarlo.
El mar está siempre allí como el pensamiento, siempre en movimiento, como el pensamiento
Me siento frente a él e intento acompasárme con su pulsión, un corazón que bombea, una eyaculación eterna, pero no me devuelve su energía, que guarda para si, en los límites de las costas.
Veo entonces que está lleno de la luz que absorbe del Sol y de la Luna, lleno de animales que caen ahogándose en él y de los cadáveres de las morenas y de los ancianos pulpos que fallecen, a veces, de muerte natural.
Veo que sus olas le roban su fuerza al viento, al que intentan ahogar en cada racha..
El mar es el ser más grande del planeta, enorme, un recordatorio del primigenio Big-Bang. Algunos pájaros descansan del vuelo y flotan y comen en él, pero yo me pierdo en mis pensamientos propios y me doy cuenta, por ello, de que el mar me es ajeno.
El mar está siempre allí como el pensamiento, siempre en movimiento, como el pensamiento
Me siento frente a él e intento acompasárme con su pulsión, un corazón que bombea, una eyaculación eterna, pero no me devuelve su energía, que guarda para si, en los límites de las costas.
Veo entonces que está lleno de la luz que absorbe del Sol y de la Luna, lleno de animales que caen ahogándose en él y de los cadáveres de las morenas y de los ancianos pulpos que fallecen, a veces, de muerte natural.
Veo que sus olas le roban su fuerza al viento, al que intentan ahogar en cada racha..
El mar es el ser más grande del planeta, enorme, un recordatorio del primigenio Big-Bang. Algunos pájaros descansan del vuelo y flotan y comen en él, pero yo me pierdo en mis pensamientos propios y me doy cuenta, por ello, de que el mar me es ajeno.
domingo, 7 de enero de 2018
Tragaperras
Mientras leo, escribo, escucho música y tomo un café en un bar, el tonto de la tragaperras hace ganar al negocio una buena cantidad de dinero. En recompensa por sus monedas, el hombre recibe toda una suerte de movimientos de ruleta, zumbidos, pitidos y lumínicos destellos.
De vez en cuando algunas de estas monedas golpetean contra el metálico receptáculo destinado a recoger los premios, pero todo está calculado, y el hombre vuelve a perder lo recuperado, e incluso se anima a desperdiciar algo de dinero extra más.
¿Cómo me quejo yo al dueño del bar del follón que monta en tonto de la tragaperras, que me impide disfrutar de la lectura, de la música y de la escritura mientras me bebo mi humilde café cortado?
Así, por casualidad, es como descubro que así va el mundo, donde un tonto es siempre más rentable que un tipo que escribe, que lee, que escucha y que incluso piensa, a ratos, en lo que buenamente puede.
jueves, 4 de enero de 2018
El paraíso era el bar de un tren antiguo
El paraíso era el bar de un tren antiguo, como los que todavía existían en mi juventud,con sus mesas grandes en la cantina, para pasar la tarde en ellas leyendo y tomando café.
El paraíso era un tren que llegaba, al rayar la noche, a un andén donde siempre me esperabas tú.
Ahora el paraíso es una cápsula de aislamiento llena de libros entre mantas y trocitos de orfidal.
Ahora el paraíso es el sueño, siempre el sueño, profundo. que roza la inconsciencia y que nunca recuerdo, cuando involuntariamente despierto, con el único objetivo de volver a la cama pronto y sólo.
El paraíso era un tren que llegaba, al rayar la noche, a un andén donde siempre me esperabas tú.
Ahora el paraíso es una cápsula de aislamiento llena de libros entre mantas y trocitos de orfidal.
Ahora el paraíso es el sueño, siempre el sueño, profundo. que roza la inconsciencia y que nunca recuerdo, cuando involuntariamente despierto, con el único objetivo de volver a la cama pronto y sólo.
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