viernes, 4 de noviembre de 2016
Vegetariano
No es mi intención hacer proselitismo ni convencer a nadie. Hace unos meses dejé de comer carne, era algo que de alguna forma mi interior me pedía hace muchos años. No fue un cambio tan grande pues había dejado de comer animales paulatinamente. Como todas las decisiones esta venía de dentro, no tuve que pensar, mi inconsciente había hecho su trabajo como hacen siempre todos los inconscientes y yo simplemente me sumé a su política de hechos consumados.
Poco después intentaba buscar una razón para mis actos, algo muy humano, y encontré a parte de las ya sabidas, una a mi entender irrebatible porque es hasta poética:
Mirando dormir a mi gato del que aprendo tantas cosas, me doy cuenta de que se mueve, hace gestos, emite sonidos como los que hace cuando siente emoción, lo veo y me doy cuenta de que los animales también sueñan, tienen su mundo interior, como todos nosotros.
Foto de Carmela: Vampi Monahan.
jueves, 3 de noviembre de 2016
Las bragas
Me casé el quince de septiembre de 2002 y el quince de febrero de 2003 ya estaba separado, fuera de aquella casa. Seis meses de infierno para el que no tengo palabras.
El padre de mi ex-mujer me abrazó cuando fui al abogado a cortar algunos flecos y me dijo:
Quique, como siento que todo esto haya acabado así.
Ella les había contado a sus padres lo que había pasado e incluso me pidió perdón. Le guardo tristeza pero no rencor.
Hay cosas que suceden por inexperiencia, por falta de auto conocimiénto. No considero aquello un error, yo actué como siempre, como dijo Shakespeare "Sigue el camino del corazón porque el que lo sigue nunca se equivoca" y eso hice. Aquello fue un numerazo, pero no un error.
Recuerdo sin embargo una anécdota que me da que pensar:
En pleno fragor de la batalla, un día al volver a nuestra todavía casa común, ella sacó mi ropa de trabajo de la bolsa en la que la traía y de dentro, de entre mi camisa y mi pantalón sacó unas bragas negras.
Yo estaba seguro de que no eran mías y ella aseguraba que tampoco eran suyas. Desde luego no tenían nada que ver conmigo. Aun así pregunté a mis compañeras de trabajo, que estaban al tanto de mi angustiosa situación, porque eran además de compañeras buenas amigas, si aquella prenda interior podía ser suya y si de alguna inverosímil manera podía haber llegado a mi bolsa. Todas dijeron que no, también me dijeron que nadie del trabajo podía haber metido las bragas en mi bolsa, porque yo la guardaba en un lugar que yo mismo tenía a la vista durante toda la jornada laboral, además ellas se cambiaban en otro piso del negocio.
La explicación sólo podía ser, en mi opinión una, que mi ex, tan angustiada como yo, había buscado una salida para su sufrimiento, esto no era fácil, puesto que ella no tenía nada que reprocharme, así que pudo pensar que poniendo las bragas en mi bolsa y luego sacándola ella misma, cosa que además nunca hacía, podía encontrar una salida.
Aquella discusión sin sentido se disolvió entre otras muchas, también provocadas sin motivo alguno.
En esos meses aprendí lo que es la angustia y el miedo a perder los nervios y lo que es capaz de hacer el ser humano cuando sufre tanto que sólo puede destruir lo que ama.
Aprendí también como una persona puede llegar a traicionarse a si misma para poder salir de una situación que ella misma no puede comprender y para la que no tiene recursos.
Guardo la carta que ella me dio en mano meses después para disculparse y le doy las gracias por ello pues al leerla tuve por fin la certeza de que nunca me había rozado ni por un sólo segundo la locura.
miércoles, 2 de noviembre de 2016
Novelas
Una chica sube las escaleras llena de novelas. Su evasión, su mundo, paralelo al mío paralelo al de todos.
Tan lejos, tan cerca.
martes, 1 de noviembre de 2016
Lo que no se dice y lo que se dice.
Lo que se queda sin decir va llenando un territorio de emociones borrosas, sin dueño que va cambiando con el tiempo a medida que va agujereando el corazón.
Las cosas que no se dicen, cuando crecen, acaban siendo desconocidos que nos habitan por dentro.
Sin embargo las palabras que se dicen se las lleva el tiempo y allí en el medio del mundo adquieren también otra desconocida naturaleza que goza de ser libre, de ser del mundo.
Las cosas que no se dicen, cuando crecen, acaban siendo desconocidos que nos habitan por dentro.
Sin embargo las palabras que se dicen se las lleva el tiempo y allí en el medio del mundo adquieren también otra desconocida naturaleza que goza de ser libre, de ser del mundo.
lunes, 31 de octubre de 2016
La danza y el tambor
Leo en algún sitio que la danza primitiva y el tambor se consideran una imitación de la creación.
Pienso que entonces que de la nada surge el movimiento, todos los bailarines se organizan en torno a algo, orbitan alrededor de algo, de un fuego, como hacen los planetas con las estrellas y estas con las galaxias.
Todo se acompasa rítmicamente, tiene una cadencia y a resultas de esta surge el Tiempo y puede distinguirse entre los danzantes el Espacio, que naciendo entre ellos les separa.
domingo, 30 de octubre de 2016
La vela
He cambiado
de casa y por tanto de hábitos. Ahora escribo en la mesa del comedor y ya no
salgo a hacerlo a los bares, aunque sigo llevando encima mi propia brújula.
Aquí tengo
la tranquilidad que necesito para trabajar y un sólo gato para inspirarme.
Antes de
empezar, para asegurarme de que no abandonaré por cualquier cosa la mesa,
enciendo una vela.
sábado, 29 de octubre de 2016
A casa
Sólo me ves cuando brillo y aun así te sigue costando un esfuerzo, tanto, que te agotas, tanto. que te vas.
Vuelvo entonces a quedarme solo al borde del abismo, lo miro, hacia abajo.
Distraigo mis ojos del fondo, que me llama apasionada y amorosamente, con un libro, o escribiendo
¡Que pobres armas para defenderse de tan fuerte llamada!
Por ahora logro resistirme mirando otros peligros menores,
Sólo Dios, si es que existe, sabe porqué cada día vuelvo de nuevo a casa.
Camino
Este camino no se puede enseñar, por eso es tan duro cuando lo recorres.
Vuelve a ser duro cuando miras atrás y ves a los amigos que se han quedado rezagados y te piden un consejo que no les sabes dar.
Si además miras hacia delante entonces eres tú el desorientado que pide ayuda a los de delante que apenas se vislumbran entre la niebla.
Deja de pedir ayuda, de nada sirve para seguir caminando,deja de pedir y avanza.
viernes, 28 de octubre de 2016
Ni el menor interés
No tengo el menor interés. Dicen que en eso consiste también mi enfermedad, en no encontrar el placer en la vida, no, en las cosas pequeñas tampoco, pero yo sé bien que no es sólo mi sistema nervioso el que causa todo esto, es también, el hartazgo de la violencia cotidiana de fondo cuando uno no se acostumbra ni se resigna a ella, cuando uno se cansa de luchar con todos para que al final nadie consiga nada.
Nadie puede culparme de mi falta de entusiasmo por el fútbol, por los actores, por las actrices, todos iguales, por unos talones cada día más bonitos unas axilas cada vez mejor depiladas y cada vez por más tiempo, por los yogures con laxante incorporado, por las gafas "de marca" , por los nuevos grupos musicales (por llamarlos de una manera en la que todos podamos saber de lo que estamos hablando), por los nuevos best sellers, por las pirámides, por los dinosaurios, por el Yeti, por las últimas fotos retocadas de las "modelos" de moda, que han pasado en cincuenta años de ser maniquíes a ser "estrellas" ¡pobres estrellas! ( me refiero a las de verdad, a las del cielo). Ni siquiera se puede estar interesado, sin sentir verdadero dolor, por esta política tan económicamente violenta.
Están dejando al mundo sin contenido y acabarán quedándose, por puro entretenimiento, como ya pasa con el dinero, hasta con tus más profundos pensamientos y también, por ser insaciables, con tus más íntimos sentimientos.
jueves, 27 de octubre de 2016
Sueño con la abuela
Sueño con mi abuela en camisón rosa, con cuerpo de niña pero con el aspecto que tenía cuando murió.
Mi hermana y yo también somos pequeños, tenemos aspecto de niños.
La abuela dice que ya es momento de irse a la cama y me meto en la cama donde ella va a acostarse.
- Pero esta cama es muy pequeña, no caben dos, dice, y me echa amablemente a otra cama.
Ha pasado un día de este sueño y he empezado a leer una recopilación de los sueños que Kafka dejó escritos, desperdigados en cartas y a lo largo y ancho de su obra.
En un solo momento, como ocurre con toda idea, comprendo el significado del sueño.
La última vez que vi a mi abuela fue en su lecho de muerte y lo último que me dijo refiriéndose también a mi mujer fue "Que todo os vaya del color de rosa". Aquella cama en la que ella estaba no era todavía para mi, de momento sólo cabía ella y a mí todavía no me corresponde ocuparla.
Me dice este sueño, o me digo yo a mi mismo a través de este sueño, que la muerte no es lo que debe venir ahora yo soy todavía un niño comparado con mi abuela, nosotros los niños dormimos en otras camas.
Esto en el momento del sueño es muy significativo. Estoy saliendo de una depresión y todos los días pienso en el suicidio, a veces pensar en esto es liberador porque este acto se ve como una salida al tremendo sufrimiento que esta enfermedad provoca, pero parece que mi interior me dice que este no es el camino, que no puedo meterme en la cama de una persona que ya no vive. porque allí no quepo.
Todavía ese no es mi lugar.
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