Un punto muerto, una parada absoluta.
Pesas como un bloque de cemento, no puedes moverte y tampoco hay una dirección hacia la que escapar.
Eso es un punto muerto. Es casi como un agujero negro pero a diferencia de este, por desgracia, no te engulle.
Para engullir hace falta estar vivo y en un punto muerto todo, incluso tu, esta inmóvil, como muerto, como el punto muerto.
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