miércoles, 1 de junio de 2016

El Ama

   Después de hacer que se desnude y  de que le reciba arrodillado, de la forma en que los musulmanes rezan, después de hacer que lama sus pies, de utilizarle de mesilla y de cenicero, de atarlo, azotarlo de mil maneras, de aplicarle cera, pinzas por los más recónditos lugares de su cuerpo, después de masturbarle cien veces y cien veces impedir en el último momento que llegue al orgasmo.

   Después de toda una tarde de suplicios voluntariamente aceptados, el Ama da por finalizada la sesión y suelta a su esclavo.

- Gracias Ama, dice el sumiso ¿desea  algo más mi Ama?
 A lo que ella contesta:

- Nada más , puedes retirarte, descansa y sueñame.
 Entonces el esclavo dice

- Gracias Ama , a sus pies . Y después se retira, descansa, y le sueña.

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