martes, 8 de marzo de 2016

Melones (Una anécdota de frutería 1)



 Queridos amigos. me cuenta mi mujer que ayer fue a comprar un melón a la frutería del barrio. Como todo el mundo sabe, elegir un melón no es cosa fácil, hay quien dice incluso que es un arte, así que Anabel, que así se llama,se tomó su tiempo.
Ya se había decidido por uno, sin duda el mejor de toda la frutería, y cuando lo cogió y le dio una última vuelta entre las manos para asegurarse de su elección, vio pegada en él,una etiqueta en la que se leía "Reservado Mohamed" ¡con lo que le había costado elegirlo! la pobre se conformó con el segundo mejor y luego, en la mesa, cuando nos lo contaba, decía "Pues podría haberle puesto la etiqueta a otro melón y haberme llevado el bueno" y tenía razón, claro.
Dicho esto, estimados amiguetes tengo que deciros dos cosas:
1- A los que vivís en mi barrio que sé que sois muchos:
Ya sabéis que en la frutería que ya sabéis el mejor melón lleva una etiqueta de "Reservado Mohamed" así que no tenéis mas que ir a buscarlo.
2- A Mohamed:
Mohamed, galán, sol de Aragón,ya puedes ir pronto a recoger tus melones reservados, porque como vayamos cinco o seis colegas por la mañana antes que tu y cada uno le traspase tu etiqueta a otro melón, al final, después de hacer el esfuerzo de ir a elegirlo temprano, cuando vuelvas a por él, te vas a llevar un disgusto y un melón malísimo y pensarás además que has perdido tu toque mágico para elegirlos.
Bueno, avisados quedáis todos, ya sabéis que hay que comer mucha fruta. Salud.

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