domingo, 6 de marzo de 2016

La esperanza.

 

   Tuve hace años la suerte de trabajar con mi familia y de compartir desde muy joven las preocupaciones económicas de mis padres.

  Una noche, después de un largo e improductivo día de trabajo en el bar mi padre me dijo:

- Quique ¿sabes lo que me dijo un día mi padre?
-  Pues no, dime, dime.
- Pues una vez, que andaba el hombre muy preocupado me dijo "Hijo mío, no hay nada más parecido a un cadáver que un hombre sin dinero"

  Yo me quedé muy pensativo pensando que aquello no podía ser verdad. Más tarde durante años, cuando conocí en  mis propias carnes las limitaciones que supone andar por la vida sin poder siquiera coger un autobús, pensé que al abuelo no le faltaba algo de razón.

  Hoy día  que ya se lo que sé lo que es sentirse como un cadáver por no tener un duro, porque ya lo he vivido, pienso que hay todavía algo más parecido a un cadáver que un hombre sin dinero : un hombre sin esperanza ni ilusiones.

   Todo esto lo sé, porque también lo he vivido

   Nunca perdáis la esperanza y guardaos siempre una ilusión para más adelante, aunque esta sea muy. muy pequeña.

    Pd: El la foto "El Horizonte"

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