La china el señor y el rumano.

 

   Es sábado y me dirijo a un nuevo bar que he incluido en mis recorridos mañaneros, pero como es sábado está todavía cerrado, así que entro en el cercano Barrio de Jesús y me meto en uno de esos bares denominados "de viejos". Bueno, llevo mis cascos, así que si hay mucho ruido me los pongo y ya está, pienso. La verdad es que necesito un café imperiosamente, así que decido arriesgarme.

  Una vez allí la cosa empieza a sorprenderme. En primer lugar el bar está regentado por una china y un parroquiano de avanzada edad y de fuerte voz conversa amigablemente con ella. Está claro que la china tiene buen humor y ha sabido hacerse con la plaza. La conversación además es bastante íntima y así sigue:


La china- Plimelo la pequeñica, luego el niño y luego el malido.
El Señor- No, no, no, ¡eso no puede ser!
-Ch:Si, si si, si puede sel.
-S : No, estás muy equivocada, tu tienes que querer más, primero, al marido.
-Ch: Plimelo pequeñica, luego niño y después malido, malido telcero.
-S.: No, no. Mira, del amor tuyo y de tu marido nacen tus hijos así que primero el marido, si no hay marido no hay hijos. Ante esta afirmación la china ríe.
Ch- jajaja ya, ya sé homble, pero plimelo pequeñica. Yo no sé si malido quiele pequeñica. ¿Sabe?

 Antes de que el señor pueda intervenir aparece un nuevo parroquiano, en este caso rumano y la china según entra, y son las 10:35 a.m., le sirve un chupito de vodka a palo seco. Este nuevo actor habla un perfecto español y tiene unos cuarenta años. Se pimpla el chupito y a modo de saludo le dice al señor:

- Liante, que eres un liante. Este rumano ya sabía de que palo iban la china y el señor y defiende a la chica antes de saber de que están hablando hoy.

  La china dice"Ves, él el quinto y tu el cualto me voy a la cocina" y se escaquea hábilmente.

  La conversación se traslada ahora al rumano al que llamaremos "R" y al señor al que seguiremos llamando S:

 R: A ver si por fin hoy está abierta al público la Seo. Llevo diecisiete años aquí y nunca la he podido ver.
 S: Yo la vi antes de la restauración, estaban todos los Santos negros y pensé, joder como fuman estos tíos.

  Los dos se ríen la china sale de la cocina le sirve al rumano otro vodka y yo me deslizo hacia la puerta, diciendo "hasta luego" porque me voy a buscar un poco de tranquilidad, pero pienso volver a verlos de nuevo, Ya lo creo.