lunes, 22 de febrero de 2016

Almacenar la música.



   Si algo se puede almacenar se puede medir, controlar, manipular, vender, comprar y acaparar. Deja de ser un objeto para pasar a ser mercancía. Esta cualidad de ser "mercancía" no tiene poca importancia, tiene tanta. que las cosas que empiezan a ser mercancía, pierden todas sus otras cualidades, que son además las más valiosas, para llegar a ser sólo eso, una mercancía.

domingo, 21 de febrero de 2016

En el coche




    Iba yo  el otro día con dos  amigos en un coche y uno de ellos contaba que había llegado pronto y que por casualidad, mientras nos esperaba, había encontrado en un comercio unos pantalones que andaba buscando hace tiempo, y por fin se los había comprado

   Empezamos a hablar de la cantidad de diferentes prendas de ropa que tienen las mujeres y uno de mis amigos dijo que era muy curioso que los botones de las camisas (de hombre) y de as blusas (de mujer) estuvieran en diferentes lados de dichas prendas, en el caso de los hombres en lado de la  derecha y en las de las mujeres en la izquierda.

   Casualmente yo sabía la razón y dije:

sábado, 20 de febrero de 2016

Movimiento

 

     En el mundo del teatro se dice que sólo hay dos movimientos hacia dentro y hacia fuera o lo que sería lo mismo estirar y empujar.

    También en la música se habla de echar la canción para delante o para atrás.

    En el ajedrez sólo algunas piezas pueden retroceder, esto es privilegio de las piezas más importantes.

    En la vida nosotros tenemos la capacidad de ir en cualquier dirección pero nos hemos hecho sedentarios y la usamos poco.

    ¿Acaso será porque no sabemos a dónde ir?
   

viernes, 19 de febrero de 2016

A flote.




Soy presa de un cansancio y de un hartazgo tan atroces que no se pasan con el sueño ni con nada.

Todo el mundo tiene sus deseos. La señora que en la farmacia pasa horas eligiendo una crema para tener una piel más suave y firme. tiene una  ilusión, la de no envejecer o la de envejecer mejor.

Yo que siempre estuve rodeado de tanta belleza ya no tengo deseos, no tengo ilusiones. 

A veces pasa algo bueno a mi lado y ni siquiera me doy cuenta, Mis receptores de la serotonina deben  estar averiados.

Se vive por una ilusión, aunque sea pequeña y mientras esta llega repaso la lista de mis ideas para seguir escribiendo, para mantenerme a flote

lunes, 15 de febrero de 2016

Puertas

 

   Enfermeras jóvenes riéndose a carcajadas y preparando cola-cao.

   En la penumbra los cuerpos dándose la vuelta para morir como animalillos.

   "Tendrá que quitarse" dice sin previo aviso el camillero, que viene a llevarse al hombre de la tos eterna, al que su hija trata peor que a un extraño.

   Al fondo un niño chilla aterrorizado.

   ¿Porqué Dios sigue permitiendo que sufran los niños?

    Ante toda esta negligencia  ¿No podría alguien cerrar alguna puerta?

   

domingo, 14 de febrero de 2016

Fantasmagóricos

 

     La carretera oscurecida.

    Veo por primera vez las luces rojas que sostienen en lo alto los  fantasmagóricos molinos de viento.

    Hay que estar donde hay que estar y tú nunca estuviste aquí,conmigo.

   Comprendo en un solo instante toda mi soledad y como un mazazo en la cabeza o un golpe en la boca del estómago me deja sin respiración.

    Ya no miro por la ventana, para eso hace falta al menos un motivo.

    Siento que estoy lejos en medio de un cielo nocturno.

    Ahora disculpa, ha llegado la hora

    Tengo que coger un tren.

Abducción gatuna



  El gato sube a la cama pasea por mi cuerpo y me despierta, en mitad de la noche, acariciándome la cara con sus bigotes.

  Abro los ojos y veo los suyos mirando fijamente a lo míos. Empieza a abrir al máximo sus pupilas, a atrapar con ellas toda la luz que queda en la penumbra de la habitación, para después absorber toda la luz de mis ojos y con ella mi alma.

  Me veo a mi mismo desde su posición. Está claro que ahora yo soy el gato y que mi cuerpo yace inerte, o quizá dentro de mi cuerpo está ahora el alma del gato dormida, soñando.

  Me acerco a mi pareja que duerme a mi lado y la despierto de varios lametazos, con mi áspera lengua en sus mejillas.

   Ella me rasca la cabeza en medio de las orejas en una caricia sobrehumana, no intervienen en ella los recuerdos que tiene de mi persona, no hay complicidad, ni rencor, ni ternura, ni lujuria, es una caricia pura como la que según siento se dedica a los animales, porque son lo que son y se admite que tienen sus virtudes y sobre todo sus limitaciones.

   Mientras lo hace pienso en lo que me habría dicho me madre si hubiera arañado el sillón o arrancado las cortinas como hace a menudo su gato.

    Me abandono a este placer único y maravilloso y medito seriamente en prolongar esta situación para siempre hasta que me quedo dormido plácidamente sobre su cuerpo aprovechando cada instante de mi abducción gatuna.