Recuerdo que cuando acabé de decirle aquello, en la cama, con la luz ya apagada, justo antes de dormirnos, supe que la próxima vez que ella abriera los ojos ya no me querría. Así, a la mañana siguiente cuando me llevaba a mi casa, en mitad de un silencio atroz, sacó su coche de la carretera.
Supongo que de esta forma quiso asegurarse de que no quedaban cuentas pendientes entre nosotros.
No recuerdo nada más pero el choque debió ser grave, porque me descubro varias veces al día en mi silla de ruedas reviviendo una y otra vez en un bucle infinito estas imágenes, las unicas que mi cerebro ha conseguido guardar en la memoria.
Querría saber qué fue aquello que le dije allí, en la cama, antes de dormirnos, aunque sospecho que es posible que esta infoemación ya haya llegado a mis oídos y que sea yo el que no logro retener nuevas ideas. Si lograse saber esto e incorporarlo a estos mis pocos recuerdos quizá, solo quiza, algún día, podría con suerte recuperarme.
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