domingo, 21 de julio de 2024

El anillo

Tras doce años de ruptura su anillo seguía donde ella lo dejó antes de marcharse, en la repisa de la entrada, junto a las otras llaves.

Él no había podido moverlo de allí, pesaba demasiado, contenía sus doce años de convivencia y los doce posteriores, los que había pasado recordando, tenía demasiada masa aquel anillo, pensaba él cada vez que lo veía. 

Cuando salía de casa en el ascensor imaginaba que cuando volviese, el anillo, gracias a su gran densidad habría atravesado la estantería y después el piso y el piso de abajo y así habría llegado al portal para después atravesar las tres plantas de garage hasta, emprendiendo así un largo viaje llegar al centro de la Tierra, donde podría al fin fundirse y desaparecer, pero al abrirse la puerta del ascensor nunca veía agujero alguno ni en el techo ni en el suelo de la entrda del edificio, y tampoco cuando volvía a casa veía ningún desperfecto, así que sabía que el anillo seguiría allí en la repisa, adquiriendo peso, masa, densidad, de la misma forma que lo hace durnte toda la vida nuestra memoria.


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