Queridos amiguicos, ayer salía yo del gimnasio de cinco plantas Enjoy, y entraba un señorico gordico, gordico, ya vestido para entrar en acción, con una cinta de pelo a lo Mark Knopfler y muñequeras a juego todo muy de los ochenta, con una carica el pobre de "desafligido" que daba lastimica verla, todo este ajuar iba coronado por una camiseta con unas letras que rezaban "All you need is training" ay qué ternurica me dió, estuve a punto de darle un abrazo, pero no lo hice porque habría acabado llorando en su hombro, así que disimulé mi emoción y me fui a echarme un cortao.
Queridos amiguicos, cómo me identifiqué con este hombre que aunque bueno aunque gordico, era también un intrépido.
Que siga habiendo hombres buenos aunque gordicos aunque intrépidos con los que identificarse, que se me cumpla, amén.
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