viernes, 4 de noviembre de 2016

Vegetariano



No es mi intención hacer proselitismo ni convencer a nadie. Hace unos meses dejé de comer carne, era algo que de alguna forma mi interior me pedía hace muchos años. No fue un cambio tan grande pues había dejado de comer animales paulatinamente. Como todas las decisiones esta venía de dentro, no tuve que pensar, mi inconsciente había hecho su trabajo como hacen siempre todos los inconscientes y yo simplemente me sumé a su política de hechos consumados.

Poco después intentaba buscar una razón para mis actos, algo muy humano, y encontré a parte de las ya sabidas, una a mi entender irrebatible porque es hasta poética:

Mirando dormir a mi  gato del que aprendo tantas cosas, me doy cuenta de que se mueve, hace gestos, emite sonidos como los que hace cuando siente emoción, lo veo y me doy cuenta de que los animales también sueñan, tienen su mundo interior, como todos nosotros.

Foto de Carmela: Vampi Monahan.

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