viernes, 13 de mayo de 2016

Las tinajas



   En un sótano de una conocida casa zaragozana se encontraron, allá a principios del siglo XIX, varios cientos de tinajas con cadáveres.

  Al parecer un asesino en serie, quizás el más sanguinario de todos los tiempos, vivió  en aquella época en nuestra ciudad.

  Las tinajas eran del tamaño casi exacto de cada cuerpo, parecían haber sido fabricadas por tallas.

  Los cadáveres no olían, habían sido conservados en alcohol y este había absorbido todo los olores y sabores de las víctimas, lo que convertía aquellos sótanos en una fábrica de "Licor de muerto" al más puro estilo del "licor de serpiente" o "de lagarto" chinos.

  La prensa local no recoge este hecho en sus hemerotecas porque este es anterior a la aparición del primer periódico local, allá en 1895.

  Yo conozco la historia porque durante un tiempo estuve vinculado a dicha casa.

   Nunca se supo donde fueron a parar los cadáveres, lo que si se sabe es que el "Licor" se embotelló y que alguna de aquellas miles de botellas todavía circulan de mano en mano de anticuarios y coleccionistas con escasos escrúpulos.

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