domingo, 8 de mayo de 2016

El orinal rebotante



  Contaría con gusto la historia del orinal rebotante pero seria demasiado escatológica.

 Sólo diré que está fabricado con un metal casi indestructible y que ha tenido infinidad de dueños, desde que su primera propietaria, una señora ya de edad avanzada, se deshiciera de él a la mañana siguiente de haberlo comprado, por tener esta desagradable cualidad de ser rebotante.

  Así que este objeto ha ido de dueño en dueño, pasando por basureros, chatarreros, anticuarios y usuarios en un bucle infinito e infernal.

  De entre todos los objetos  con cualidades poco corrientes, e incluso diría yo, mágicas, este es el más absurdo que he visto en mi vida.

  La verdad es que quien puso en el mundo estos objetos podía haberlos dotado de poderes algo más provechosos.

  En fin, casi sin darme cuenta os he contado la historia del orinal rebotante. Espero que nunca caiga en vuestras...manos.

  Nota: Fotofgrafía del orinal rebotante realizada por su último propierario. No sé como le quedaron ganas de tomar esta instantánea tras la primera noche. El hombre además, ya mayor, padecía de la próstata y debió pasar una noche toledana. Jamás olvidaré su cara absolutamente descompuesta cuando me entregó la foto para este artículo. Mis agradecimientos infinitos a tan valeroso varón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario