lunes, 1 de junio de 2015

Oro, incienso y mirra



   Por lo visto nadie sabe lo que pasó con los regalos que los reyes magos de oriente le hicieron a Jesucristo, oro incienso y mirra según dice la tradición y se repetía año tras año en nuestras clases de religión.

  Todo el mundo sabe lo que es el oro y me gusta imaginar que quizá José gracias a él pudo tener su propia carpintería. Lo realmente curioso es que más o menos todos sabemos lo que es el incienso pero nadie o casi nadie sabe lo que es la mirra.

  No es que yo me dedique a investigar los fallos de guión de las Santas Escrituras pero el otro día buscando en el diccionario etimológico Corominas la palabra "Esmirriado" se decía allí que alguien esmirriado es alguien   flaco y seco, algo así como amojamado y relacionaba esta palabra con la  mirra que se utilizaba para embalsamar cadáveres. ¡Vaya regalo para un recién nacido pensé yo!

    Luego busqué en otros diccionarios y resulta que tanto el incienso como la mirra son bálsamos, es decir líquidos extraídos de la corteza de árboles que al tomar contacto con el aire se transforman en resinas. El incienso es de color rojizo y la mirra amarillenta y contiene ácido benzóico y ácido cinámico que parece ser sirven como conservantes (de ahí lo de los muertines) pero no he podido saber mucho más.

  Y yo me pregunto ¿Ningún profesor de ningún colegio donde estudié ni de ningún instituto o universidad al tratar este tema no le pareció curioso que no se supiera el destino de estos presentes, ni para que sirvieron, ni para que sirven, ni lo que son, ni su significado simbólico?

   El hecho es que después de esta primera pequeña investigación tampoco la cosa me queda muy clara y si alguien puede echar luz sobre esto le estaré muy agradecido.

Nota; ¿Podría ser que el significado de cada uno de los tres regalos fuera el de favorecer la vida del recién nacido, la material con  el oro, la espiritual con el incienso y la vida después de la muerte con la mirra?

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