En mis sueños voy de la mano de una mujer alegre y desconocida que me lleva a mis viejos lugares preferidos. A los parques, a los cafés antiguos, y a los museos.
En el piso superior de uno de estos museos están las estancias donde ella habita. Están llenas de una luz rosácea y de un aire limpio y fresco que alivia la fatiga de mis bronquios..
Una vez en el dormitorio me enseña las cicatrices que tiene en la cara del interior de ambos muslos, yo le enseño las que tengo en mi interior de mi cerebro , también las de los pulmones, y es entonce cuando nos hacemos compañeros para siempre
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