jueves, 26 de marzo de 2015

Una de perros



   Unos días de baja por una "enfermedad común" o eso es lo que pone en el papel del médico.

   Salgo a dar un pequeño paseo, necesito que me de el sol y me siento en el banco de un parque.

  Lo veo desde lejos olisqueándolo todo y cuando gira veo que no tiene rabo, vaya , ya no encaja en la silueta que todos tenemos en la mente asociada  a la palabra "perro".

   Mientras se acerca dando unos cuantos rodeos pienso que a todos nos pasa un poco lo mismo. A todos nos falta al menos una parte por dentro.

    Por fin llega hasta mi, me mira diréctamente a los ojos, a bocajarro, como si supiera todo lo que me pasa y yo le devuelvo la mirada con su misma inocencia, nos vemos y ya me tiene en el bote. Le acaricio la cabeza, él disfruta de la caricia, se frota las orejas contra mi mano y yo la disfruto todavía más que él.

     Después se separa da una vuelta alrrededor de mi banco y se marcha habiendo hecho en la mañana todas las cosas sencillas que quería y necesitaba hacer.

    Justo igual que los humanos, pienso, cuanto tenemos que aprender.

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