Queridos amiguicos, aprovecho que son otra vez casi las tres de la madrugada, para contaros unas cosas que he pensado con mi pobre cabecica. Al principio las leeréis y pensaréis, pues vaya tontada nos está contando otra vez Quique, pero luego, en el día a día, podréis comprobar que esto, que parece de perogrullo tiene más sentido del que parece, aquí va:
La mayoría de las veces la respuesta no es la solución
¿Cómo puede ser esto? pues en primer lugar porque es posible que la solución sea desconocida incluso para el que pregunta, pero no es el caso que nos ocupa, en segundo lugar, y esto se pone interesante, cuando nos dan a elegir entre, por ejemplo, dos cosas, es más que posible que el que pregunta esté desviando nuestra atención hacia dos posibilidades, para alejarnos de una tercera que no nos ofrece, y que es en realidad la querríamos poder tener. Por ejemplo, la pregunta " ¿Qué prefieres ir de mañana o de tardes?" nos aleja de la respuesta correcta que sería "lo que yo querría es no ir a trabajar más en mi puta vida" o la pregunta " ¿Prefieres dormir con algo de luz o a oscuras?" esquiva ladinamente la respuesta deseada que podría muy bien ser "Yo lo que quiero es dormir con mi novia de una vez, joder" (o con mi novio, claro).
Este entuerto no acaba aquí, porque en otra modalidad de esta misma engañifa, se nos puede dar a elegir entre dos cosas que deseamos, pongamos por caso "¿Prefieres comerte el Tigretón o la Pantera rosa?" Sí, sí, ya sé que casi todos ya habréis elegido la Patera rosa sin pensar mucho, el ansia os puede, lo mismo que a los pocos que habéis elegido al pobrecico Tigretón, cuando la respuesta correcta tendría que haber sido "Los dos, primero el Tigretón, y me dejo la Pantera Rosa que es de lo mejor que hay para el final".
Después de estos sucintos ejemplos ya estaréis viendo a dónde quiero llegar, a deciros que todo es una engañifa, y no os falta razón, pero os diré más: la verdad no os hará libres, en contra de lo que han intentado que creamos. La verdad os hará sufrir, porque aunque ya sepáis la verdad, y veáis por vosotros mismos que cada pregunta es una pregunta trampa, no podréis, por necesidad o por decoro, contestar con lo que queríais desde lo más profundo de vuestro ser, y no os servirá de nada y tendréis que conformaros con la Pantera Rosa y con el turno de mañanas, y os sentiréis además por todo ello, afortunados (Qué maravillosamente autoengañosa es la mente humana).
En fin, qué manipulaciones nos encasquetan. y además tan a lo tonto
Y aquí y no en otra parte termina mi perorata nocturna, así que, colorín colorado, este cuento se ha acabado
Felices sueños, un abrazo y salud, mucha salud.
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