viernes, 10 de julio de 2020
Golden Retriever
Acabo de cambiar la imagen con la que me representaba en mi mente a Dios, que desde mi infancia era la de una gran nebulosa espacial, por la de un enorme y maravilloso Golden Retriever.
He decidido que ya soy mayor, y aunque sé que puedo cambiar pocas cosas, esta es una de ellas.
Ya es hora de darle al pobrecico Dios una cara cálida y amable, y sustituir esa imagen fría impersonal y distante de la nebulosa, sin ningún atributo de mamífero alguno, por la de este magnífico can.
Este cambio que parece tan absurdo esconde un deseo: Pienso que si Dios fuese un perrico de esta raza se haría amigo de todo el mundo y no andaría por ahí siempre enfurruñado y frustrado, lanzando inundaciones, plagas y pandemias a diestro y siniestro como castigo, en realidad a si mismo, por sus fallos de diseño del Universo y del ser humano, por esos errores que tantos disgustos le han ha traído al pobre, que al fin y al cabo decidió hacernos a Su Imagen y Semejanza.
Sé que Él se ha exigido mucho en esto de la creación, menudo trajín lleva y menuda marchica le hemos dado los humanos, venga a pecar y a pecar, y por eso me parece tan injusto seguir imaginándomelo como una nebulosa, pudiendo darle mejor vida, al menos en mi modesta imaginación..
En esta nueva presentación, que creo que sería estupenda no sólo para mí, sino para toda la gente en general, Él disfrutaría de la vida y dejaría de estar tan atormentado, que ya está bien de sufrir. y los niños no andarían acojonados con Él y con su infinito poder, y podrían jugar a lanzárle un frisbie, una pelota de tenis, o un palo,
Sería entonces Dios, el mejor amigo de la mujer y del hombre.
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