sábado, 12 de diciembre de 2015

La respuesta



  Escribo, me expongo ante el público. Cualquiera puede verme, no me escondo y todo esto lo hago para obtener alguna respuesta.

 Sólo algunos responden verdaderamente, a veces . Otras veces, las respuestas no son respuestas, son algo parecido a las críticas.

  Esta sociedad en la que se alienta la agresividad, la competencia, esto es, la violencia, nos empapa a todos hasta tal punto en que ya no se puede conversar amigablemente. La gente poco a poco ha olvidado lo que es hablar sin hacerlo en contra de algo, o de alguien, o de sus palabras.

  "La conversación larga, sea de bienes o males engendra amor" decía Séneca y nosotros en vez de conversar y por tanto amar, preferimos debatir que es "discutir con alguien con opiniones diferentes" lo que es sinónimo de luchar, de combatir, de hablar, en definitiva, de una forma violenta.

   La consecuencia es que poco a poco uno se va callando algunas cosas y el sistema consigue así, de esta forma tan sutil y efectiva la censura, la que cada uno de nosotros se impone a si mismo por no acabar en jardines donde le meterán, estando a la defensiva, los demás.

  Tenemos la algunas libertades y derechos pero nos falta la sensibilidad = inteligencia para sacarles todo el partido que pueden dar al usarlos con verdadera bondad.

1 comentario:

  1. Se cumple el sesquicentenario de Ganivet: «Una nación desarrolla de ordinario sus intereses en la misma dirección de sus aspiraciones políticas y los individuos se aprovechan hábilmente de esta circunstancia para servir a la vez a la patria y a su bolsillo particular».Saludos cordiales, J.R.Miranda.

    ResponderEliminar