viernes, 10 de julio de 2015

Pastillero

 

 En un bar, en la mesa de al lado de la mía, una niña, de unos seis años, juega con su nuevo pastillero que saca del paquete de la farmacia. Su padre le quita el plástico y comienza a rellenárselo a la vez que le va explicando para que es y como lo tendrá que utilizar.
    El pastillero es enorme y  se fabrica en serie

    Esta enfermedad de la niña es otra de las crueldades que Dios (si es que existe) en su infinita bondad y omnipotencia no debería permitir.

  ¡ NO!, Bajo ninguna circunstancia.

    Bajo ningún designio por muy inscrutable que este sea. Ninguna razón puede justificar la desgracia de un niño.

   Si algún católico insiste en sus tradicionales razones está, por supuesto, en su derecho a expresarlo pero entonces, siendo coherentes con aquello de que no se debe mentir, les ruego que dejen de utilizar eufemismos y que no digan más :

    "Los designos de Dios son inescrutables" sino  Las putadas de Dios son inescrutables o Las putadas de Dios son indescriptibles o Las putadas de Dios son intolerables

      Para que todo quede así, claramente expuesto.

 Pd; Si a alguien he ofendido con mis palabras ruego me disculpe, a la vez que pido a Dios (si es que existe)  que en su infinita bondad y omnipotencia  se digne a envirnos de alguna forma un nuevo manual un poco más actualizado.

   

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